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Centro histórico de Évora

Évora

"Porque Évora é principalmente un estado de espírito, aquele estado de espírito que, ao longo da sua historia, a fez defender quase sempre o lugar do passado sem negar ao presente o espaço que lhe é próprio, como se, com o mesmo olhar intenso que os seus horizontes requerem, a si mesma se tivesse contemplado e portanto compreendido que só existe um modo de perenidade capaz de sobreviver à precaridade das existências humanas e das suas obras: segurar o fio da història e com ele bem agarrado avançar para o futuro. Évora esta´viva porque estao vivas as suas raízes."
(Évora - Património da Humanidade) José Saramago


Évora y en concreto su centro histórico, son Patrimonio de la Humanidad. En resúmen podemos resaltar de este conjunto: Templo de Diana; Catedral; Iglesia São Francisco; Capela dos Ossos; Palácio de D. Manuel; y la Iglesia dos Lóios. Pero como dice José Saramago, Évora es mucho más que iglesias, que murallas, que templos romanos,... 

El Templo de Diana

Évora es espiritual, melancólica, rural, tiene parte de ese Alentejo guardado en el corazón de sus gentes, que no por aislados dejan de ser hospitalarios como los que más.

Pero hablemos un poco de Historia, para entender la ciudad: Évora se convirtió en una avanzadilla militar romana hacia la completa expansión por la Lusitania en el año 80 a. C. y en Obispado en el siglo V. Fue conquistada por los musulmanes como el resto de la península ibérica hacia el 712 y, finalmente volvió a manos cristianas en 1166. Es una pequeña población entre la frontera española y Lisboa, que le cuesta llegar a los cincuenta mil habitantes, en verdad Évora ha sido y sigue siendo un centro eminentemente agrícola, una ciudad muy tradicional del Alentejo Central, de hecho los romanos la bautizaron como Ebora Cerealis.
 

Como decíamos anteriormente, los romanos dejaron su impronta en esta bella ciudad y el Templo de Diana es el ejemplo más notable, aunque realmente el Templo no se construyó a la Diosa de la caza, y se estima que con este nombre no fue bautizado hasta siglos después. En realidad el Templo se levantó en el siglo primero después de Cristo en homenaje al Emperador Augusto en lo que era la plaza principal de la ciudad romana, el foro de Évora, entonces llamada Liberatias Iulia. El templo se destruyó en el siglo V una vez que los germánicos la invadieron. Ya en ruínas lo que quedaba del Templo fue incorporado a una de las Torres del Castillo de Évora. Hubo que esperar al siglo XIX para que un arquitecto italiano pusiera en marcha las tareas de reconstrucción del Templo y recuperara las columnas y capiteles hacia su estado actual, más o menos parecido a como era en su momento de gloria.


La calidad arquitectónica y artística del caserío blanco o decorado con azulejos y barandillas de hierro forjado, fechadas en los siglos XVI a XVIII, es única. Los monumentos de la ciudad tuvieron también una profunda influencia en la arquitectura portuguesa en Brasil. Las fotos de arriba son de la Catedral, otro de los grandes monumentos, no sólo de Évora sino de Portugal. La Basílica "Sé Catedral de Nossa Senhora da Assunção", más conocida por Catedral de Évora, comenzó a construirse en el año 1186, aunque tuvo que esperar hasta finalizarse cien años más, ya que su fecha de construcción final data del 1250. En esos cien años vivió la Catedral de Évora el paso del románico al gótico como puede apreciarse en su exterior con mezclas de uno y otro estilo. En lo siglos XV y XVI hay algunos cambios notables con la incorporación a la Catedral del baptisterio, el púlpito, nuevos arcos,... incluso en el periodo barroco también recibe aportaciones como el retablo de talla dorada, lo que la convierte en una iglesia híbrida del paso de los tiempos.

La ciudad, como se puede apreciar a la llegada, es una ciudad amurallada con una extensión de casi tres kilómetros conservados (ver abajo parte de la misma en las fotos).


Para el tema festivo, tenemos que recordar que la fiesta principal de la ciudad es la "Gran Feria Popular", celebrada en la primera quincena de Junio y que ofrece al público exposiciones de artesanía y espectáculos folclóricos. Y recuerda que Évora tiene, no solo monumentos, tiene siempre un lugar adecuado para un vino tinto del Alentejo, un buen plato de cordero, o unos dulces conventuales, entre otras tantas delicias culinarias. Hay además un teatro mediano, donde escuchar fados, entre otras cosas, muy cálido, que se llama Teatro García de Resende, te lo recomiendo si tienes la suerte de que coincida alguna actuación la noche que te quedes en la ciudad. Bueno y qué te voy a decir, que me gusta Évora y que igual se me ha notado en este post, por tanto te lo recomiendo si no lo conoces. Merece la pena, como tantas cosas de nuestro vecino y desconocido, a veces, Portugal.


Comentarios

Unknown ha dicho que…
También estuve por allí aunque perdí el carrete con las fotos, lo que me "obligará" a volver. ¿Qué pasa con la Capela dos Ossos? Un saludo y Felices Fiestas
Anónimo ha dicho que…
Hola, soy el webmaster del blog "Viajes Flash". Me gustaría hacer un intercambio de enlaces. Saludos desde:
http://viajesflash.blogspot.com
Mercè Salomó ha dicho que…
Paco, ya estás enlazado en mi blog!!

Aprovecho para desearte un 2009 muy viajero.

Saludos!!
Madera de carpintera ha dicho que…
Me encanta Portugal. Estuve el verano pasado y ya preparo el siguiente viajecillo. Por cieto, te agregué a mi blog. ¿Me agregas al tuyo? www.nuestrocuadernodeviaje.blogspot.com