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"El Manteca", taberna de Cádiz


En Cádiz hay un lugar gastronómico muy especial. Bien es verdad que hay muchos lugares en toda la provincia de Cádiz. Numerosas ventas por la Sierra ("El Soldao", "El Sacrificio"..), los mostos entre Jerez y Trebujena, la "Venta Vargas" en San Fernando, donde cantaba el Camarón, y así llegamos a este rinconcito del Barrio de La Viña, donde nació mi madre. Y aquí se respira arte por los cuatro costados, y la taberna del antiguo torero Pepe Ruíz "el Manteca", es un sitio muy especial, más especial sobre todo en tiempo de Carnaval. Buen vino, buena chacina y algunas delicatessen más, todo sin plato, en papel de estraza. Lo normal es de pie, picoteando, entrando y saliendo de la calle cuando llegan las chirigotas y siempre que seas capaz de buscar un huequito.



Ay tienda con toa la gracia
de tó ese embrujo que tiene Cádiz,
en donde Pepe el Manteca
es el obispo del Corralón.
Ay, tienda con los carteles
de sus quereres de ser torero,
de gallos de reñiéro,
y cantes de Pericón...

Pepe Ruiz "Manteca" no fue un torero especialmente famoso. En la foto que he encontrado, arriba a la derecha, se aprecia, en el centro, el "Manteca" muy jovencito, en 1948, con un grupo de la Escuela Taurina de Cádiz. De hecho en Cádiz no es que haya mucha afición a los toros, aquí hubo una plaza de toros que desapareció y casi nadie es que se preocupe mucho por la llamada "fiesta nacional". Pero el "Manteca" es un personaje peculiar y en su taberna se reunen mucha gente de todas las calañas, incluso famosos que siguen los lugares de moda y que han convertido la taberna un poco en santuario del tipismo gaditano.

El Manteca

Pepe Manteca nació en 1934 en el barrio de la Viña, en la calle Lubet esquina a la Palma, donde su padre tenía un almacén de ultramarinos. Fue aficionado a los gallos de pelea, a jugar al toro y a escuchar a los flamencos. El padre de Pepe, era un montañés de Tesanillo, como tantos emigrantes norteños que vinieron al Sur en busca de un particular Dorado. Puso su empeño en que su hijo fuera torero y lo llevó a la escuela taurina que había en la calle Mateo de Alba, arriba vemos una foto de esa etapa de su vida. Manteca inicia un largo recorrido por los pueblos de la provincia. Becerradas y tientas acompañado de otros jóvenes aficionados de Cádiz. En palabras de José Ruiz: “Esa es la profesión más difícil del mundo. Llegar a torero es más difícil que llegar a Papa. Hay que tener un barril lleno de sabiduría y unas gotas de suerte”. Dos cornadas acaban con su deseo de ser torero. Manteca es un personaje de carne y hueso, quizás por eso guste a la gente, no es un fantasma del toreo, más bien es un personaje de carne y hueso. Manteca, el que iba a ser torero termina de emigrante en Alemania, de aquellos de maleta de cartón, para juntar un dinero y poder casarse. Pronto se volvió para España, lógico, qué pintaba un torero en Hamburgo. De regreso en Cádiz, comienza el negocio de los bares, primero en la calle Sopranis, luego se encarga del almacén de su padre en la calle San Félix esquina al Corralón. La simpatía de Manteca y su diplomatura del mostrador le hace ganar fama en el barrio. Ahora el negocio está en manos de sus hijos que siguen conservando la solera del local y aprovechándose del tirón de gaditanos, guiris, y gente de la farándula que aparece por la taberna "Casa Manteca". Si vienen por Cádiz pregunten por el Manteca.



Unos buenos amigos en El Manteca

Una web de gastronomía gaditana "Cosas de comé".

Comentarios

Caliope ha dicho que…
Yo viví muchos años en la calle San Rafael, muy cerquita del Manteca y mi santo celebró su "tesina" allí: con dos caballetes y una puerta fabricaron una mesa, un mantel y a llenarla de papeles con chicharrones, quesos y otras exquisiteces. Un buen sitio para quedar.