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Siguiendo los paisajes de Gabo


Hablar de Gabriel García Márquez no necesita de muchas presentaciones ni biografías. Su nombre completo según su partida de nacimiento es Gabriel José de la Concordia García Márquez. Nos dejó hace poco, en 2014, desde su última residencia en México. Siempre tuvo una difícil relación con su país, que le llevó en más de una ocasión a vivir en el extranjero, aunque nunca perdió su esencia colombiana y más específicamente cartagenera. En 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura lo que le hizo más famoso aún. Su novela, la más importante, por la que todo el mundo le conoce, sobre todo es "Cien Años de soledad". Fue conocido familiarmente y por sus amigos como Gabito, o por Gabo desde los tiempos que era periodista del diario El Espectador. Formó parte del llamado "boom" de la literatura hispanoamericana, entre otros, con su primero amigo y luego rival político el peruano Vargas Llosa. Está relacionado con el realismo mágico. "Cien años de soledad", está considerada como una obra maestra dentro incluso de los propios grandes clásicos hispánicos de todos los tiempos.

Una de las casas de Cartagena de Indias donde vivió (ya cuando era famoso)

Aracataca
Esta foto es de @Wikipedia

Aunque Gabriel García Marquez no nació en Cartagena, si lo hizo muy cerca de aquí, en Aracataca, un pueblecito que intenta promocionarse y lo hace a través de la llamada "Ruta de Macondo". Pero realmente la ciudad ligada a las novelas de Gabriel García Márquez, es sin duda, Cartagena de Indias. Pero Gabo la castiga en cierto modo ya que casi nunca aparece con su propio nombre en sus obras. La única excepción es el barrio de Getsemaní, en extramuros de la ciudad vieja colonial. Como decían en un artículo de Público: la búsqueda de esos escenarios literarios se convierte así en un juego de espejos, con pequeñas incoherencias y desenfoques, muy propicio para transitar por un mundo en el que la realidad y la magia caminan de la mano. Es el juego del realismo mágico, confundir magia con realidad. Macondo es el ejemplo más claro de este universo mágico de García Márquez. Cartagena de Indias funciona como escenario de ese mundo, fundamentalmente en dos obras: "Del amor y otros demonios" y "El amor en los tiempos del cólera".

 
Sus novelas, donde se mezcla la realidad y ficción
 
Por este misterio velado, los lectores de Gabo a medida que recorren el casco histórico de Cartagena, dentro de la muralla, van detectando los paisajes de sus novelas, los amantes, la tragedia de sus personajes, el calor caribeño. Uno no sabe si es la ciudad real o la inventada, la arquitectónica o la mágica. Aunque, como decíamos al principio, los nombres de los lugares, de las casas, calles y plazas nunca son las de los nombres reales o antiguos de las calles de Cartagena.
 
Cartagena, Colombia

"Del amor y otros demonios" relata la historia de una pequeñita niña llamada Sierva María, la cual ha sufrido una serie de calvarios a lo largo de su corta vida, y en este proceso narrativo se van describiendo diversos paisajes de Cartagena.
 
Gabo y su sonrisa permanente

El Portal de los Dulces, detrás de la plaza del reloj, son los actuales soportales, es el Portal de los Escribanos de su novela "El amor en los tiempos del cólera", y los protagonistas en esos soportales hablan de los vendedores de dulces, que ofrecen delicias de nombres atrayentes: pastelillos de ajonjolí, casadillas de coco, panderitos de yuca, marranitos de leche, caballitos de papaya.
 
… los dulces famosos de las novelas de Gabo se venden aún en los mismos soportales
Los soportales del Portal de los Escribanos de "El amor en los tiempos del cólera"
El reloj que da nombre a la "Plaza del reloj"
… en cada rincón de Cartagena se respiran las novelas del famoso Premio Nobel

En sus novelas aparecen las matronas negras vendedoras en las calles, son las mismas que hoy te encuentras por Cartagena, con colores vistosos, son los vendedores de lotería, fruta o artesanía. Aquí se produce, como dice Angel Bermejo (en su artículo de Público) la escena clave del desamor de Fermina Daza por Florentino Ariza que desencadena la historia de la novela.
 
Las negras matronas de García Márquez,vendedoras ambulantes en las calles de Cartagena

Es el callejón del Candilejo, donde el personaje Florentino de "El amor…" le cerró el paso a Leona Cassiani, la que pudo haber sido la mujer de su vida. Pero él seguía pensando en la mujer de sus sueños, la que vivía en el parque de los Evangelios; ese rincón será mejor buscarlo en la plaza de Fernández de Madrid, donde se encuentra la casa de Don Benito, donde podría vivir Fermina Daza. Al azar de cualquier paseo se llegará, tarde o temprano, a la plaza Bolívar, donde aparece el palacio de la Inquisición, que bien pudo ser el modelo del colegio de la Presentación de la Santísima Virgen, al que acudía la muchacha antes de ser expulsada por guardar una carta de amor. La casa de Florentino se corresponde fielmente con la Casa de las Ventanas de la calle Landrinal.
 
Plaza Bolivar
El General es Bolivar

En "Del amor y otros demonios", se habla también de escenarios reales cartageneros como el antiguo convento de Santa Clara, y la casa del marqués de Casalduero, (marqués de Valdehoyos), en la calle de la Factoría. También en esa mansión, la vivienda más grande de la ciudad, se instala Simón Bolívar a su llegada a Cartagena según cuenta García Márquez en la narración novelada de las últimas semanas de vida del Libertador en "El general en su laberinto". El General se está preparando para su viaje hacia el puerto de Cartagena de Indias, con la intención de dejar Colombia para ir a Europa. Luego de su dimisión como Presidente de la Gran Colombia, las gentes de los territorios liberados por él se le han vuelto en contra, garabateando pintadas contra Bolívar y tirándole basura. El General por fin recibe su pasaporte y dos días después parte con su séquito hacia Cartagena y la costa, donde se organizan nuevos festejos en su honor. En todo este tiempo es rodeado por mujeres pero está demasiado débil para tener relaciones. El General queda muy afectado cuando oye que su buen amigo, al que hubiera preferido como sucesor a la presidencia, el Mariscal de Campo Sucre, ha sido asesinado en una emboscada. Uno de sus ayudantes de campo le dice al General que el General Rafael Urdaneta se ha hecho con el gobierno de Bogotá, y que hay informes sobre manifestaciones y revueltas a favor de la vuelta de Bolívar al poder. El grupo del General viaja a la ciudad de Soledad, donde se queda durante más de un mes, mientras su salud sigue declinando. En Soledad el General acepta por primera vez ver a un médico. El General no deja nunca América del Sur. Termina su viaje en Santa Marta, demasiado débil para continuar y con sólo su médico y sus ayudantes más cercanos a su lado. Muere en la pobreza, sombra del hombre que libertó gran parte del continente. La Plaza Bolivar rinde homenaje a libertador en esos días de penuria, los días del General en su laberinto.
 
Como dice Nicolás Pernett, historiador de la Universidad Nacional de Colombia, en uno de sus trabajos: Después de haber agotado el mundo de Macondo y de ganar el Premio Nobel de Literatura en 1982, García Márquez haría del río Magdalena un espacio del olvido y el amor, de la violencia y la esperanza, en su novela El amor en los tiempos del cólera. En ella, su protagonista, Florentino Ariza, emprende un primer viaje por este río a finales del siglo XIX para olvidar el desaire de Fermina Daza y reponerse de las penas del corazón lejos de su costa natal. El buque en el que viaja es uno de los que se hicieron comunes en la navegación de vapor de mediados del siglo XIX, con varios pisos de camarotes y una rueda en la popa movilizada por la fuerza de las máquinas alimentadas por los árboles talados en la propia ribera. Comandado por uno de los capitanes, que en la obra de García Márquez son siempre sabios y justos, la embarcación se ve sometida a las veleidades del río, que sube y baja, se arremolina o se hace uniforme, de acuerdo con la temporada del año y con los accidentes del trayecto. En la novela, el buque pertenece a la Compañía Fluvial del Caribe, cifra literaria de las grandes empresas que dominaron en Colombia la navegación por el Magdalena durante los siglos XIX y XX, como la Compañía Unida de Vapores del Magdalena o la Colombia Railways and Navigation Co.
 
Vapores del río Magdalena a principios del siglo XX
El río Magdalena y Barranquilla

Bueno, esto no ha sido un ensayo, ni así lo he pretendido, tan solo un juego con las imágenes del viaje que hice el año pasado a Colombia y los recuerdos de uno de mis escritores preferidos, el gran Gabo. Abajo os dejo las fuentes que he consultado al respecto, por si queréis ampliar algo más.

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Comentarios

villa ha dicho que…
Completísimo reportaje, un lugar maravilloso que vale la pena visitar. Magnificas fotografías.

Un saludo desde Salamanca.
Gaolga ha dicho que…
Uno de mis escritores preferidos! Aun no se si podre ir a Cartagena en mi próximo viaje a Colombia pero si voy ire tras la pista de sus telenovelas.

Saludos!
Kris ha dicho que…
Un post bien original siguiendo la estela de uno de los grandes escritores del siglo XX