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Una aproximación a la vida en el
Cádiz
fenicio, las Gadeiras Fenicias, que estaban formadas por tres islas:
Erytheia, Kotinoussa y Antípolis; con el canal que las separaba
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El año 2024, el Ayuntamiento de Cádiz puso en marcha el programa municipal
«Cádiz Fenicia», con el objetivo de promover el turismo cultural además del
de sol y playas, que también tenemos. La idea es seguir con Cádiz Romana...
y así ir destacando los remotos orígenes de la que es la ciudad trimilenaria
más antigua de occidente (o eso dicen). Se llevó a cabo entre el 13 al 22 de
septiembre. Incluyendo espectáculos como el de
La Fura Dels Baus, simulando el desembarco de la población fenicia en
la playa de la Caleta, también pasacalles, mercados, exposiciones y una decoración especial en
las calles de personajes mitológicos fenicios (ver fotografías de abajo). La
famosa revista
National Geographic, en 1924, ya dedicó un artículo al
Cádiz fenicio, lo que demuestra la trascendencia de estos hechos.
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Los fenicios gaditanos (representación en una de las exposiciones)
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Alegoría de Gadir en la entrada al casco antiguo por las llamadas
Puertas de Tierra de la ciudad
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Exposición al aire libre «Cádiz Fenicia», organizada por el
Ayuntamiento en 2024, donde se representan desde una cabeza masculina fenicia oriental a una interpretación de
los bustos de los sarcófagos fenicios
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La búsqueda de metales llevó a los marinos fenicios hasta el más lejano
Occidente, para asentarse en lo que en esa época eran islas, y donde
levantaron una base comercial: Gadir
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Aquí se puede comparar cómo el canal entre ambas islas se fue colmatando
hasta conformarse el perfil urbano de la actual ciudad de Cádiz
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La palabra gadir fenicia (arriba) significaba «recinto cerrado».
Los textos clásicos (Posidonio, Estrabón, Tito Livio o Veleyo Patérculo),
sitúan la fundación de Cádiz ochenta años después de la guerra de Troya, es
decir entre los siglos XIII a.C. y XI a.C.; por ello los gaditanos presumimos
de vivir en la ciudad de Occidente de cuya fundación tiene referencias más
antiguas. En Cádiz se dice que cuando se construye una casa, ¡cuidado!,
aparecerá un fenicio o un romano, así se descubrió, por ejemplo, un muro
fenicio del siglo VIII a.C., con diversos objetos de uso cotidiano, que
confirma la presencia del asentamiento fenicio en la ciudad hace casi tres mil
años, cuando las naves procedentes de Tiro y Sidón, en tierras del actual
Líbano, llegaron hasta aquí.
Era la primera vez que los fenicios dejaban atrás el estrecho de Gibraltar, y
se adentraban en las aguas del Atlántico. La zona entre islas ofrecía un
resguardo portuario y unas condiciones buenas de defensa. También había un
buen acceso a ríos navegables por pequeñas embarcaciones como el Guadalete o
el Iro. En Tiro se hicieron famoso los «caballitos gaditanos», por el mascarón
de proa en forma de caballo, y que iban de uno al otro lado del Mediterráneo
comerciando con los pueblos donde se asentaban. El Bajo Guadalquivir era un
proveedor excepcional de plata procedente del mundo tartésico.
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El fenicio de Chiclana, al fondo el lugar donde se supone estaba el templo de Melkart |
Poco sabemos sobre el aspecto de la ciudad, aparte de la presencia de los
templos dedicados a la diosa Astarté y a Melkart, el principal dios de Tiro.
Hay exvotos de este último santuario, en forma de figurillas de bronce, como
el que existe en el Museo de Cádiz. Siglos después se fusionaron las
divinidades del Melkart fenicio con on el griego Heracles, por eso el geógrafo
romano y gaditano Pomponio Mela, dijo que en ese templo se guardaban las
cenizas de Hércules.
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Islote de Sancti Petri |
Los sarcófagos fenicios
Los dos sarcófagos antropomórficos formado por dos grandes trozos de mármol blanco, conservados en el Museo de Cádiz, son únicos en el Occidente mediterráneo,
aunque sí que son comunes hallarlos en el Oriente mediterráneo (por ejemplo en
el
Museo Arqueológico de Estambul). El primero se descubrió a finales del siglo XIX, y representaba a un
personajes masculino. Concretamente en la zona de la Punta de la Vaca, allí
fue donde se encontró, durante unas obras, y posteriormente el arqueólogo
Pelayo Quintero Atauri (busto de abajo), dirigió unas excavaciones en lo que
era toda una necrópolis púnica, que él identificó como fenicia.
Desgraciadamente los ajuares que cayeron en manos de los obreros fueron
vendidos a particulares, a ello hay que añadir que la explosión de un polvorín
de la Armada en el año 1947, destruyó la necrópolis púnica excavada por
Quintero. El descubrimiento de esta magnífica pieza dio lugar, en su momento,
a la creación del Museo Arqueológico de Cádiz, cuyo director fue Pelayo
Quintero (posteriormente sería convertido como Museo de Cádiz).
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Pelayo Quintero, pensaba que si se había encontrado un sarcófago masculino,
debía haber otro femenino. Dedicó buena parte de su vida a buscar el mismo,
aunque murió sin poder encontrarlo. La Dama de Cádiz se encontró justo
debajo de una palmera de su antigua casa, en el año 1980, casi cien años después de descubrir su pareja masculina,
aunque a escaso un kilómetros uno del otro (una excavadora chocó contra el mármol y el operario se extrañó de lo que
vio). En el interior del femenino se encontró un ajuar funerario formado por dos
pares de pestañas de bronce, cinco amuletos colgantes en forma de ureus, un
escarabeo y cuatro clavos de bronce, aunque la persona que reposaba en el sarcófago no era una mujer, sino que se
trataba de un hombre robusto de unos cincuenta años de edad.
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Museo de Cádiz |
El trabajo de la piedra indica la labor de un artista griego o fenicio muy
helenizado, buen conocedor de las técnicas de los grandes maestros del arte
clásico del siglo V a.C. Estos dos sarcófagos, según algunos historiadores, son importaciones del
Mediterráneo Oriental o del sur de Italia. Otros investigadores defienden la
presencia de un taller local. En ambos casos eran enterramientos de la clase
poderosa, no eran habituales.
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Arriba: cabeza de un personaje fenicio, en terracota (Siglos VI-V a.C. Museo de Cádiz) |
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En la zona de Punta de la Nao, (uno de los dos arrecifes rocosos que limita el acceso al canal de La Caleta, en Cádiz), y según las fuentes clásicas, se situaba el templo de Astarté |
Fotos más detalladas, corresponden al ©Museo de Cádiz.
Yacimiento Gadir
Visitar el yacimiento de Gadir en Cádiz es como abrir una ventana al pasado. Bajo el actual Teatro del Títere (antiguo Cine Gades) se esconden los restos de uno de los asentamientos fenicios más antiguos de Occidente, del siglo IX a.C. El recorrido te lleva por calles adoquinadas, casas de barro y arcilla e incluso huellas fosilizadas de bueyes que cruzaron esos caminos hace miles de años. La visita gira en torno a Mattan, un fenicio que murió en un gran incendio y cuya historia da vida a todo lo que vemos. Además, podrás asomarte también a otra época: los restos de una fábrica romana de salazones, con sus piscinas para conservar pescado. Dos culturas, un mismo lugar. La entrada gratuita.
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Yacimiento Gadir en la calle San Miguel nº 15 |
Espacio entre catedrales
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Espacio entre catedrales, fotografía de la web del arquitecto Alberto Campo Baeza |
Como Cádiz tiene dos catedrales, la la Iglesia de Santa Cruz o catedral «vieja» y la «nueva», en el espacio entre ellas, porque están cerca, junto a la muralla del vendaval, o también llamado «campo del sur», se encuentra una pequeña exposición (que iba a ser temporal pero se ha quedado permanentemente) sobre el Cádiz Fenicio, es pequeño, pero te puede servir como añadido a lo visto en el Museo de Cádiz. Se trata de una estructura que, además de funcionar como cubierta para el yacimiento arqueológico de abajo (el fenicio), crea una terraza con vistas al mar. El acceso se realiza a través de una rampa lateral. El conjunto, formado por suelos, estructuras y pasamanos, está pintado de blanco. Abajo unas fotos...
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Parte vista de los restos fenicios |
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En la exposición hay una serie de paneles explicativos con la información más destacada de los hallazgos con una representación de los dos sarcófagos, arriba una escultura del porta amuletos |
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Representación de un acto funerario fenicio |
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Espacio «entre Catedrales» de Campo Baeza |
Puerto Gadir
Los nacidos en Cádiz en los años sesenta sabíamos de un lugar de flamenco, juega nocturna, que se llamaba la Cueva del Pájaro Azul, un nombre precioso para un subterráneo garito dónde empezaban a actuar gente como un niño llamado José Monge, que luego sería Camarón, o un guitarrista que venía de Algeciras llamado Paco de Lucía. ¿Por qué se llamaba así?, porque en 1820 cuando existía en Cádiz muchas cuadrillas de contrabandistas, en una de ella había un jefe llamado Francisco Fernández, apodado
El Pájaro Azul, mote que se le dio por su habilidad para los contrabandos. Manuel Fedriani Consejero era un empresario que abrió a finales de los años cincuenta del pasado siglo unas bodegas, la de San Juan, al prosperar amplía el negocio con una accesoria frente a la misma, dicho local serviría como desahogo, almacén y es aquí donde empieza la historia de
La Cueva del Pájaro Azul trás el descubrimiento del subterráneo y su conversión en taberna subterrránea. Este lugar se cerró antes de que finalizara el siglo XX. Hace unos años una empresa privada lo rescató y además una vez restaurado se dieron cuenta de que el lugar tenía estructuras fenicias excavadas parcialmente en la roca ostionera, un material de construcción típico de Cádiz.


Quizás lo más fenicio sea cómo se ha conservado uno de los cantiles de los muelles del puerto de Gadir-Gades en el siglo IV al III a.C., en la mismísima orilla del Canal Bahía Caleta. El conjunto de arcos originales es posterior, del siglo XVI al XVIII, también hay un un aljibe de doble cámara del siglo XVIII, que es la zona donde tenían lugar los espectáculos flamencos de la Cueva del Pájaro Azul. Lo mejor de estas visita guiadas son las instalaciones portuarias fenicio-púnicas de Gadir durante el siglo III a.C. con el dique seco excavado en roca natural donde se construirían las naves de guerra de la flota fenicia, y que tendría un papel fundamental durante el desarrollo de la Segunda Guerra Púnica.
Pues si ya han visitado el Museo de Cádiz para visitar los restos fenicios y el Espacio entre Catedrales, ahora les toca coger el coche en dirección a Doña Blanca, que está entre El Puerto de Santa María y Jerez, por la A4 y ocupa un área en forma de montículo de doscientas hectáreas, con un buen grado de conservación, para lo que son unas ruinas fenicias. Su ocupación comprende desde el siglo VIII hasta el III a.C.
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Entrada al yacimiento de Doña Blanca
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Gadir, era una ciudad metropolitana formada por islas, que la evolución geológica ha ido uniendo. Hoy lo que antes era un puerto ahora está a kilómetros tierra adentro, como es el caso del yacimiento arqueológico de Doña Blanca. Gadir abarcaba mucho más territorio que la actual capital, se expandía por El Puerto de Santa María, Chiclana de la Frontera y San Fernando. La capital actual gaditana sí que era el centro religioso, cultural y funerario.
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Reconstrucción de una casa fenicia
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Como sería las fortificaciones fenicias de Doña Blanca
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Las excavaciones se realizaron entre 1979 y 1995 en el que se han hallado restos de murallas, viviendas,un puerto fluvial púnico y la necrópolis de la ciudad fenicia. En 2017 se han detectado más construcciones gracias a la utilización de las técnicas arqueológica con georradar.
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Reconstrucción de las viviendas del siglo VIII a.C. |
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El yacimiento se recorre de forma circular, aproximadamente kilómetro y medio de recorrido, hay una parte superior del cerro y desde ahí a diferentes zonas del enclave, conviene llevar gorrito si vas en verano |
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Toda la llanura que se extiende al sur del yacimiento fue mar |
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La desembocadura del río se encontraba en zonas próximas |
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La ciudad, a lo largo del tiempo, sufrió varias remodelaciones urbanísticas |
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Los restos más antiguos son de una fase tardía de la Edad del Cobre |
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En estas fotos se aprecian los restos de la ciudad y de las fortificaciones |
Además del yacimiento fenicio en el mismo lugar está el castillo de Doña Blanca, llamado así porque según la tradición allí sufrió cautiverio doña Blanca de Borbón, la hija del duque Pedro I de Borbón y de Isabel de Valois (nieta de Felipe III de Francia), siendo Blanca reina consorte de Castilla, encarcelada por el propio rey de Castilla Pedro I, durante la guerra civil de Castilla, alrededor de 1359. Se trata de una torre construida en el siglo XIV o XV para la vigilancia de la bahía de Cádiz y que también fue usada como ermita dedicada a Santa María de Sidueña. En el subsuelo sí que se pueden observar restos de la colonia fenicia.
Abajo la localización de Doña Blanca, por si la quieren visitar...
Aunque esto es sólo un blog de viaje, si quieren adentrarse más les dejo algo para aprender más...
Espero les haya interesado esta pequeña divulgación para animarse a visitar el
Cádiz de los fenicios, de camino también pueden darse un buen remojón en sus playas, o degustar nuestros
pescaitos y mariscos de la bahía. Hasta la próxima, viajeros !!
Comentarios
Habrá que ir por todo lo que ofrece Cádiz al visitante, además de sus playas, su famoso carnaval, sus tapas y cultura...
Saludos
CarmeLa
CarmeLa