Ostuni, la città bianca

Ostuni, la città bianca, recuerda los pueblos blancos de Andalucía

Aunque estábamos alojado en Matera, nos recomendaron ir un día a Ostuni. La verdad que no me sonaba, luego fue toda una sorpresa. Era lunes, el día donde los museos están cerrados, así que cambié la ruta prevista para ir a ver este pueblo de la región de la Puglia. Como digo, fue todo un acierto. Antes de llegar, el paisaje de olivos centenarios ya empieza a recordar Andalucía (aunque desgraciadamente aquí está haciendo furor una bacteria devastadora llamada Xylella fastidiosa). Hay un parking que te facilita llegar al centro, que es una ZTL que no permite la entrada. Desde allí llegas a la Piazza della Libertà, donde está el antiguo monasterio franciscano, Palazzo San Francesco, hoy ayuntamiento, y a su lado la Iglesia dedicada al mismo San Francisco. En el centro destaca el Obelisco de San Oronzo.

Ostuni se encuentra sobre tres colinas y a pocos kilómetros de la costa adriática 

El primer asentamiento se debe a los mesapios, una antigua población iliria que se instaló en Salento (que es el tacón de la bota de Italia), en el siglo VII a.C. Estos construyeron en la región los primeros caminos y ciudades y eligieron esta ubicación por estar en la cima de una colina, a la que añadieron murallas muy escarpadas. Cuatro siglos después, Salento fue conquistada por los romanos. Cuando cae Roma, es invadida por ostrogodos, lombardos, sarracenos y luego defendida por los bizantinos. Entre los siglos XI y XII los normandos conquistaron la zona, unificándolos bajo el Condado de Apulia. Entre finales del siglo XV y las primeras décadas del siglo XVI, destaca Ostuni por la comunidad judía. En 1506 la ciudad es absorbida por el Ducado de Bari de Isabel de Aragón y de su hija Bona Sforza; bajo el dominio español, comienza la primera época dorada de la ciudad, desde el punto de vista económico como cultural. 

Con los borbones, el centro de la vida de la ciudad se traslada a la Piazza del Moro a la actual Piazza Libertà, hoy dominada por los turistas (cuatro fotos anteriores), donde hoy se encuentra el Ayuntamiento (que fue Convento Franciscano). En esta misma plaza Giuseppe Greco, en 1771, erigió la columna (que se ve en una de las fotos), en honor a Sant'Oronzo, quien según la tradición popular había preservado la ciudad del contagio de la peste.

Junto al ayuntamiento está la Iglesia de San Francisco de Asís, construida en 1304, originalmente construida en estilo gótico, renovada en los siglos XVII y XVIII. Más tarde se cambió la fachada, ya en 1883, obra de Gaetano Jurleo, en armonía con el estilo del Palacio Cívico que se encuentra a su lado.

Arriba vemos la Iglesia del Espíritu Santo, construida entre 1628 y 1637 por voluntad del obispo de Venosa, Andrea Perbenedetti, aunque la puerta es anterior, y data de 1450.

A Ostuni la conocen como la città bianca por la piedra de sus edificios y el encalado de las casas; como suele ocurrir con todas estas ciudades, sus calles son con cuestas para arriba y para abajo. Hay escaleras (vico llaman aquí a las calles estrechas), que facilitan llegar hasta la parte más alta, que es donde está el Duomo, dedicado a Santa Maria Assunta, de finales del siglo XV.

Desde arriba, además, se divisa el mar Adriático, de hecho hay una segunda villa en la playa que se llama Ostuni a mare. Abajo unas fotos de esas vistas.

A solo siete kilómetros y medio se ve el Mar Adriático

La concatedral de Ostuni

La concatedral está situada en la cima de la colina más alta de la ciudad, cuando llegas estás como extasiado de tanta escalera y tanto vico. Está dedicada a Santa Maria dell'Assunzione, es del siglo XV, de fachada gótica tardía, como se puede ver en una de las fotos de arriba. En el luneto (la bovedilla en forma de media luna) del central hay un bajorrelieve que representa a la Virgen con el Niño en gloria, rematado por un rosetón, el central es bastante más grande (el segundo más grande de Europa, después del de la iglesia de Santa María del Pi de Barcelona). El interior (fotos de abajo), es en forma de cruz latina con tres naves sobre columnas, reconstruido en el siglo XVIII. Al final de la nave izquierda hay un altar de madera de 1734 con bustos de los santos Oronzo, Biagio y Agostino. En el ábside hay un coro de nogal del siglo XVII.

Los techos están bellamente policromados, con escenas religiosas

Y empezamos a bajar, junto a la concatedral, hay un edificio que llaman Arco Scoppa, de gran belleza y que une dos edificios, junto a él hay numerosos restaurantes, heladerías y tiendas de souvenirs.

Arco Scoppa

Y con esto terminamos el día, un estupendo día en la Puglia, una región que empieza a ser más conocida de Italia, y por tanto que se llena cada día de más turistas, hasta en fechas que no son las del verano. Todos queremos viajar y queremos además que haya poca gente, pero eso es imposible. Así es Italia.

Espero les haya gustado esta entrada y se animen a visitar Ostuni, la ciudad blanca (y empinada)