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Entre salinas

Entre salinas y entre canales

Hoy traemos a este Cuaderno de Viaje una propuesta ecológica y de alto valor antropológico para entender lo que fue la industria de las salinas en la provincia de Cádiz. Haremos un recorrido que nos llevará hasta unas salinas, la Salina de Carboneros, cerca de Chiclana, donde se encuentra un centro de interpretación. El acceso se realiza a través de la carretera de la playa de la Barrosa a la altura de la urbanización de Las Mogarizas, antes de llegar a la Venta del Popeye. Las salinas son una parte esencial del Parque Natural Bahía de Cádiz. Fundamentalmente la producción de sal la encontramos en los cinco términos municipales que conforman el Parque. La productividad de estas salinas ha descendido alarmantemente a causa de la crisis del sector y la gran competencia existente en otros modos de producción industrial. Muchas han optado por la reconversión a la acuicultura pero otras han quedado fuera de su uso histórico. A pesar de eso, las salinas son un espacio lleno de vida, un conjunto de canales como el de la foto de arriba con grandes y extensas superficies, de escasa profundidad, en las que se controla el paso del agua mareal y se favorece la progresiva evaporación del agua para la extracción de la sal.

Foto aérea de las salinas y esteros © Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía

El Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía considera que estos ecosistemas acuáticos son unos de los de más elevada productividad biológica, derivada, junto con las altas temperaturas de la zona, a la importante cantidad de nutrientes que reciben del mar y del medio terrestre circundante. Su origen, el de las salinas, es muy antiguo, se conocen escritos con referencia a las salinas de Gades desde tiempo inmemorial, especialmente en esta zona de la marisma del estuario del río Guadalete, donde se alcanzó su máximo desarrollo a mediados del siglo XIX, con una superficie que llegó a alcanzar las 6.000 hectáreas. Tradicionalmente el estero servía como zona de cría y engorde natural de numerosas especies: doradas, robalos (lubinas), o las menos valoradas lisas que eran capturadas tras la recolección de la sal, en temporada de despesque. Los caños de marea que abastecen de agua a las salinas, junto con sus zonas intermareales, desempeñan un papel ecológico fundamental, ya que son zonas de alevinaje esenciales para muchas especies de peces marinos antes de pasar a engrosar las pesquerías del Golfo de Cádiz (boquerón, sardina, dorada, lubina, por citar sólo algunos ejemplos). En cierto modo las salinas fueron las precursoras de la actual acuicultura, desarrollada también en la zona. Otro ejemplo en la provincia son los corrales de pesca, de origen romano, donde los alevines arrastrados por la marea alta y engordados hasta su posterior captura. De las 186 salinas existentes en Andalucía, 101 son litorales y 85 interiores; la explotación de sal en Andalucía produce 420.000 toneladas/año que supone el 30% de la sal obtenida en España. Su localización está entre las provincias de Cádiz y también en Huelva y Almería.

Salina de Carboneros: descárgate el folleto en pdf y la información actualizada en la web del Parque.

Hoy las salinas es también turismo, un turismo ecológico, de caminata de domingos, de tomarse luego su "pescaíto frito" en la venta, y es ocio, son otros tiempos. Además, tras un periodo de crisis, las salinas vuelven a recuperar en parte su producción industrial. Pero sobre todo, como hemos dicho, los nuevos usos de la sal están generando nuevas actividades.

Folleto

Hay un sendero, de 1 hora aproximadamente (ver mapa de arriba o descargar folleto), que recorre una parte de estas salinas y finaliza en un centro de interpretación con mirador para aves y un pequeño restaurante donde culminar esta "mini-aventura". El recorrido se inicia en una pinaleta de pino piñonero, procedente de las diversas repoblaciones que se realizaron desde finales del siglo XIX, con el objetivo de proteger y fijar los suelos arenosos sobre los que se asienta. Una vez atravesado este pequeño pinar, en dirección oeste, llegaremos a la casa salinera de la salina de Carboneros. Allí los niños, además pueden pasar un día estupendo con las barcas o bien subirse a un tractor con remolque que da una vuelta a los visitantes a través de los senderos de los esteros (ver las fotos de abajo). Son dignos de ver los laberintos de agua que tienen una terminología muy particular: lucios, vueltas de retenida y periquillo, canales cada vez más sinuosos y menos profundos que conducen el agua, por la fuerza de la gravedad, hasta la zona de cristalización de la sal, las tajerías, en las que, por evaporación, la sal común precipita. Junto a la casa existe una explanada que en su día hizo la función de salero, en el que se almacenaba la sal obtenida en la recolección, formando grandes pirámides blancas que conformaban el paisaje tan característico de la bahía hasta hace apenas unos años. A partir de aquí el camino continúa por la llamada vuelta de afuera, o muro que rodea la salina en contacto con el caño de alimentación y que impide la entrada del agua al interior. A nuestra derecha veremos el caño de Carboneros que se alimenta del de Sancti Petri, principal arteria de agua del parque natural, mientras a la izquierda queda el antiguo estero de la salina, depósito de grandes dimensiones que recibe y almacena las aguas procedentes del caño de alimentación y que se comunica con éste a través de las compuertas de marea, que iremos atravesando a lo largo del recorrido. (Fuente: Folleto del Parque). Las salinas marítimas de la Bahía de Cádiz constituyen un paisaje inigualable, durante un tiempo (desconozco ahora si siguen funcionando) la Diputación y el Real Aeroclub de Jerez de la Frontera tenían concertadas tres rutas de vuelo en avioneta por la provincia y una de estas rutas, en algo menos de una hora, volaba por encima de toda la zona de salinas. En la foto de arriba pequeña se aprecia la verdadera dimensión el perfecto diseño de su laberíntica estructura, los intrincados recorridos de los caños y los contrastes de colores.

La tropa joven

  • Centro de visitantes Parque Natural Bahía de Cádiz.
  • Carretera de la Playa de Camposoto. Antigua Salina de La Leocadia.
  • San Fernando. Cádiz. Tel. 956 10 00 28
  • www.ventanadelvistante.es

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Paco, que interesante. Yo voy mucho a las Salinas de Santa Pola (Alicante), y cada vez, nos ofrece un paisaje espectacular y diferente esas "pirámides" de sal como tu las llamas. Un saludo.