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Buscando a Kazantzakis


Quizás si en vez de hablarle de Kazantzakis, le mencionara Zorbas "el griego", seguro que se situarían más rápidamente en el escenario del que hoy les voy a hablar. Kazantzakis nació en Heraklion, la actual capital económica de Creta. Nació en el año 1883, en esa época, Creta aún era turca, estaba bajo el dominio del Imperio Otomano.


"Zorba, el griego", o Vida y aventuras de Alexis Zorbas, fue publicada en 1946. Se hizo famosa por la película de 1964 dirigida por Michael Cacoyannis. Y es la historia de un joven griego que busca salir de su vida rutinaria con el misterioso personaje que es Alexis Zorba. En la película hay un fabuloso Anthony Quinn, además de otros personajes como Alan Bates, Irene Papas o Lilia Kédrova. También Martin Scorsese se basó en otra novela de Kazantzakis, "La última tentación", para otra gran película. No olvidemos que sus obras se han traducido a más de treinta idiomas. Pero sigamos averiguando las pericias de nuestro escritor cretense...


Su vida en Creta

Como hemos dicho, cuando nace el pequeño Nikos, la isla de Creta se encontraba aún bajo el dominio otomano. Las puertas de las murallas venecianas, que rodeaban su pequeña capital, se cerraban por las noches sobre los barrios de musulmanes y cristianos.


Frente al puerto, vemos en la fotografía de arriba, la imagen suntuosa de la fortaleza veneciana, Koules. Los venecianos la llamaron la Rocca a Mare. Las grandes murallas de Heraklion daban nombre a la ciudad: Megalo Kastro, antes había sido la Candia de los venecianos.


En su infancia vivió, por tanto, en un clima de sucesivos enfrentamientos entre la población griega y la turca. De hecho con seis años Nikos tuvo que abandonar la isla por una matanza sangrienta y estar como refugiado durante un tiempo en el puerto de Atenas, en El Pireo.

Placa dedicada a Kazantzakis en el centro de Heraklion

Como hemos dicho, entre los paisajes de Nikos Kazantzakis podríamos decir que se encuentra fundamentalmente su isla de nacimiento, Creta. De hecho nada más llegar en avión nos lo encontramos al aterrizar: el Aeropuerto Internacional de Heraclión Nikos Kazantzakis. Hoy día es el segundo con más tráfico de Grecia después del Aeropuerto de Atenas. Se encuentra a unos 5 km al este del centro de la ciudad de Heraclión, cerca del municipio de Nea Alikarnassos.
 

En Myrthia, a unos veinte kilómetros al sur de Heraklion, hay un museo dedicado a Kazantsakis. En verdad es solo la casa que perteneció a su padre, donde se recogen manuscritos de sus libros, obras filosóficas, recuerdos personales, correspondencia, así como recuerdos traídos por él de numerosos viajes.

También su ciudad honra al escritor en su Museo Histórico de Creta con una sala dedicadas a su obra. Este museo fue fundado por la Sociedad de Estudios Históricos de Creta en 1953 y está ubicado en un edificio neoclásico (la casa Kalokairinos). Abajo algunas fotos (no muy buenas, estaban hechas con el teléfono).

Museo Histórico de Heraklion

En una carta escrita poco antes de morir el escritor legó parte de sus recuerdos a este museo de la ciudad que lo vio nacer. La Colección Nikos Kazantzakis incluye el estudio del autor cretense de su casa en Antibes (Niza, Francia), con su biblioteca, muebles originales y pertenencias personales, manuscritos de sus obras y varias primeras ediciones de sus libros en numerosos idiomas. Hay además un conjunto de instalaciones digitales que proyectan al visitante una gran cantidad de material de archivo y fragmentos de películas basadas en sus novelas.

Nikos Kazantzakis encontró en su isla natal, Creta, su referente identitario, su puente cultural Oriente-Occidente

Su vida en Atenas y Europa

En 1902, Kazantzakis se mudó a Atenas (Grecia), donde estudió Derecho en la Universidad de Atenas. Sin ser Atenas una gran capital europea, pero si que lo era mucho más que su Creta natal, y fue aquí donde empezó a tener influencias de la literatura francesa, idioma que él hablaba con fluidez ya desde joven. Pronto se hizo eco de las corrientes literarias y filosóficas de la época, escribiendo ensayos, novelas y dramas de clara influencia francesa, como establece una de sus estudiosas, Helena González Vaquerizo.


Atenas y Paris


Luego, en 1907, marcha a París para estudiar filosofía. Pronto descubre a Nietzsche, y se desplaza a Sils-Maria en Suiza, para conocer de primera mano el entorno en que el filósofo había redactado sus escritos, sus libros influirían en su concepción vitalista de la existencia (que luego se reflejaría en su experiencia con George Zorbas). Abajo la casa del filósofo que visito nuestro griego. En este lugar, Nietzsche pasó seis veranos de su vida, fue el lugar en el que escribió gran parte de su obra.

© Foto del blog "La Viajera incansable"

Vuelta a Grecia

Al regresar a Grecia, junto con su amigo Ángelos Sikelianós, recorren el país, especialmente los monasterios, como el del Monte Athos donde ambos permanecieron cuarenta días, viviendo la vida de los ascetas.

© Foto: Greek Reporter



Y en eso apareció Zorbas

¿Quién era Zorbas? En 1917, nuestro personaje, de vuelta de su periplo por los monasterios, conoció a Georges Zorbas. Con él comienza una aventura minera que terminaría con un resultado económicamente catastrófico. Kazantzakis tenía una mina de lignito en la región griega de Mani que había comprado con la herencia de un tío paterno. La experiencia terminó fatal, hasta el punto de tener que cerrar la explotación. Pero el mayor aporte de esta experiencia minera fue la experiencia humana de conocer a este personaje, George Zorbas, que luego sería Alexi Zorbas (o Sorbas con "s"), un personaje lleno de vida que le empujaría a Kazantzakis a escribir sobre él. Incluso después de esta fallida experiencia industrial, ambos mantuvieron permanente contacto, al menos por carta. Zorbas, de hecho, siguió con una cantera en Serbia, donde murió durante la segunda guerra mundial.

© Foto: Xavier Moret

La playa que aparece en el video de arriba se encuentra cerca de La Canea, aunque se llama playa de Stavros, ya todos la conocen como la playa de Zorbas. Al fondo en la fotografía se pueden verse las montañas en las que Zorba buscaba hacerse rico por medio de una mina, un poco siguiendo la vivencia de nuestro personaje real que conoció Kazantzakis.

La Canea

Dos ediciones de Zorbas


Pero Kazantzakis vivió en muchos lugares del mundo: Suiza, París, Berlín (desde 1922 hasta 1924), Italia, Rusia (en 1925), España (en 1932) y luego en Chipre, Egina, Egipto, el Monte Sinaí, Checoslovaquia, Niza,... Aquí en Francia estuvo viviendo un largo tiempo y de hecho parte de su legado francés fue enviado al Museo Histórico de Creta, como hemos visto anteriormente.

Kazantzakis se ilusionó en una primera época con la Revolución Rusa, y fue un admirador de Lenin. Y con el ascenso de Stalin, se vio defraudado con el comunismo soviético, aunque nunca dejaría de ser una persona de creencias izquierdistas, incluso hizo una incursión en política, una vez finalizada la guerra, en 1945, con un pequeño partido de izquierdas y entró en el gobierno griego como ministro sin cartera, aunque no tuvo que ser muy fructífero para él porque dimitió de su puesto al año siguiente.

El final


En 1957 comenzó un nuevo viaje sabiendo que era el último porque la leucemia le había condenado. Estuvo en China y Japón. Finalmente fue trasladado a Friburgo (Alemania), donde murió. La Iglesia ortodoxa no le perdonó su pasado izquierdista y no le permitió que fuera enterrado en el cementerio.


Pero Kazantzakis tiene una modesta tumba, en lo alto de uno de los restos de las fortificaciones venecianas de la ciudad (Bastión Martinengo), muy difícil de acceder a ella andando, por el calor (en verano) y por el abandono del camino que nos lleva a ella. Pero llegamos pese a los escalones gastados y la temperatura cretense de esos días. Ahí vimos una solitaria tumba, sin honor de Estado, más allá de una modesta cruz de madera y una placa que hace mención a la Paz.

Su epitafio reza: No espero nada, no temo nada, soy libre

Δεν ελπίζω τίποτα, δε φοβούμαι τίποτα, είμαι λέφτερος.


Vista de su ciudad natal desde la tumba.

Y me despido junto a Nikos Kazantzakis, espero le hayamos honrado algo con esta referencia al gran novelista que fue.


Se me olvidaba, antes de acabar para los amantes de Kazantzakis les recomiendo "La Odisea cretense y modernista de Nikos Kazantzakis" de Helena González Vaquerizo, tesis doctoral defendida en la Universidad Autónoma de Madrid en 2013 (y accesible aquí).
Puedes consultar otras entradas sobre #PaisajesLiterarios.




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