Ir al contenido principal

Dinant, junto al río Mosa

Dinant, la bella ciudad valona asomada al río Mosa, capital del distrito de la provincia de Namur, Dinant debe su nombre a los celtas, que llamaron a la ciudad: deuos-nanto, que significa «valle divino»

Los viajes por carretera tienen siempre una ida y una vuelta, ¡lógico!, digo esto porque si recorres un montón de kilómetros para subir desde el sur de España hasta el norte de Holanda, tienes que pasar por otros países. Y todo esto para justificar nuestro paso por Dinant, uno de los lugares más bonitos de Bélgica. Si al subir visitamos la parte flamenca del país, a la bajada tocaba Valonia y Dinant era un buen sitio donde quedarse un par de noches. Coincidió con un fin de semana y quizás por eso estaba un poco masificada, pero mereció la pena. Me gustó mucho, basta con ver la foto de arriba para entender que es una ciudad bonita, fotogénica, muy fotogénica.

Un poco de Historia


Por primera vez fue llamada Dionante castro, luego vico Deonanti, Deonanto, Deonant y Dienant. Hay algunos vestigios prehistóricos, también celtas y siglos después fue colonizada por ejércitos romanos ya en el año 52 a.C., aunque su historia arranca especialmente en la Edad Media, cuando se convirtió en un próspero centro de artesanía, especialmente famosa por sus objetos de cobre y latón, conocidos como dinanderie. Su ubicación estratégica le trajo riqueza, pero también muchos problemas: fue escenario de varias guerras y saqueos. Uno de los episodios más trágicos ocurrió en 1466, cuando las tropas del duque de Borgoña, Carlos el Temerario, arrasaron la ciudad y arrojaron a muchos habitantes al río. Aun así, Dinant resurgió de sus cenizas, manteniendo su carácter combativo y orgulloso.

En la Primera Guerra Mundial, la ciudad volvió a sufrir: en 1914 las tropas alemanas destruyeron parte de Dinant y ejecutaron a la población civil desarmada, en lo que se recuerda como una de las mayores tragedias de la invasión. En agosto de ese año, las tropas alemanas llevaron a cabo ejecuciones masivas de civiles, saqueos, pillajes e incendios, no sólo en Dinant, también en Neffe y Bouvignes-sur-Meuse.

Memorial del 23 de agosto de 1914 en Dinant
Nombres de las 674 personas fusiladas por orden del Estado Mayor alemán; dos tercios de las viviendas de Dinant fueron destruidas por las llamas (hasta 2001 el gobierno alemán no pidió disculpas oficialmente a Bélgica y a los descendientes de las víctimas)

Hoy, Dinant, con sus trece mil habitantes, es conocida por su espectacular ciudadela en lo alto de un acantilado, su iglesia con cúpula en forma de cebolla y, por supuesto, por ser la ciudad natal de Adolphe Sax, el inventor del saxofón, del que luego hablaremos porque sigue dejando su huella en cada rincón de Dinant. A pesar de las dificultades, Dinant ha sabido reinventarse y enamorar a los miles de turistas que la visitan todos los años.

Qué ver en Dinant

Dinant, al fondo a la otra orilla la Collégiale Notre-Dame y la Ciudadela fortaleza

Por cierto, para pasar de Holanda a Bélgica hay que atravesar una extraña frontera en zig-zag, muy curiosa (por el pueblo de Baarle: Baarle-Nassau, en el lado holandés, y Baarle-Hertog, en la parte belga), para luego ir bordeando el río Mosa, con bonitos paisajes. Dejamos el neerlandés para empezar a escuchar el idioma francés.
A orillas del río Mosa

Aunque el río hace que la ciudad tenga poco espacio para expandirse, Dinant se ha beneficiado mucho de su presencia, por sus tierras fértiles para la agricultura y por haber sido el principal impulsor del desarrollo económico de la ciudad, como vía de transporte.

Dinant se extiende a lado y lado del río Mosa, donde este se adentra en la meseta occidental del Condroz
Estamos en el Alto Valle del Mosa, Dinant, apretada entre la roca y el agua
Puente De Gaulle que comunica la Colegiata y el centro de la ciudad con la Avenue Colonel Cadoux, este puente fue construido en 1953 para reemplazar el antiguo puente dinamitado en 1940 para frenar al ejército alemán en la Segunda Guerra Mundial

Esa misma tarde que llegamos, ya alojados, atravesamos el puente de Dinant, que se llama teniente Charles de Gaulle. Aquí cayó herido De Gaulle el 15 de agosto de 1914, (un joven de 24 años), durante la Primera Guerra Mundial. Vemos, al final del puente, la inscripción: «Ici le lieutenant Charles de Gaulle fut blessé le 15 aout 1914 à l'aube d'une vie tout entière consacrée à la défense de l'homme et de ses libertés». Muy cerca, hay una estatua de 2,5 metros de altura del que entonces era sólo un teniente, Charles de Gaulle, que fue inaugurada el 15 de agosto de 2014 por el sobrino nieto de Charles de Gaulle y por el nieto del canciller Konrad Adenauer.

Hay un monumento al que fuera Presidente de la República, obra del último calderero de Dinant, Guido Clabots, con la inscripción «Mon champ de bataille» 

 Un poco más abajo del centro de Dinant, en el barrio de Leffe, se encuentra una esclusa sobre el río Mosa.

Barrage écluse de Dinant: tiene 100 metros de largo y 12 metros de ancho y un paso peatonal

Casco histórico

El entramado de sus calles está repartido entre sus dos orillas. Dinant está literalmente encajada entre el río Mosa y un imponente afloramiento rocoso coronado por su ciudadela. Se extiende a lo largo de cuatro kilómetros de norte a sur, con apenas 300 metros en la parte más ancha. Al norte está el distrito y la abadía de Leffe, del que hablaremos luego por su famosa cerveza; al sur, tras Froidvau (una aldea pequeña donde se encuentra la capilla de Notre-Dame de Grâce), los barrios de Rivages y Saint-Nicolas. Frente al peñón de Bayard, en la otra orilla, se alza Neffe, que antes era un pueblo y ahora está unido a Dinant. En el centro, la colegiata y el puente principal unen la margen derecha con el distrito de la estación en la izquierda. Además, una pasarela conecta Bouvignes-sur-Meuse y Devant-Bouvignes.

La ciudad se ubica, principalmente, en la margen derecha, entre el Mosa y la Montaña, el  Bulevar Léon Sasserath está lleno de restaurantes en los bajos de los edificios
Esta es una de las vistas más espectaculares de Dinant, desde el otro margen del río
Los márgenes del Mosa se utilizan para el atraque de embarcaciones, algunas de ellas brindan paseos a los turistas, pero otras son de particulares o bien para el transporte de mercancías

La Collégiale Notre-Dame de Dinant

La colegiata domina el paisaje fluvial de la ciudad de Dinant
El campanario en forma de bulbo de 1566 (restaurado después de la Primera Guerra Mundial), recuerda un poco a las torres de cebolla centroeuropeas; formaba parte del gusto local por las torres rematadas de forma llamativa y como signo de prestigio y devoción

Es una iglesia gótica del siglo XIII, construida sobre otra románica que se vino abajo por el desprendimiento de parte de la roca, con un campanario en forma de bulbo, agregado, como antes hemos dicho, posteriormente. La montaña rocosa marca mucho el paisaje de Dinant. La iglesia es uno de los monumentos más representativos de la arquitectura gótica de estilo mosano, que se extendió por el antiguo principado de Lieja en el siglo XIII. El edificio se vio dañado en el saqueo de Dinant en 1466 por Felipe el Bueno y el paso de las tropas del duque de Nevers en 1554, también resultó gravemente dañada durante el bombardeo e incendio del Ejército Imperial Alemán durante las atrocidades cometidas en el año 1914.


Tiene cincuenta metros de largo y treinta de ancho en el crucero; en la nave central tiene veintidós de altura. Aquí se encuentran las reliquias del patrón de Dinant, San Perpetuo. Los relieves del baptisterio y la pila bautismal datan del siglo XI. Merece la pena pararse en ver las vidrieras del crucero, una de las más grandes de Europa, de principios del siglo XX, obra del artista de Gante, Gustave Ladon, representa escenas bíblicas. La entrada es gratuita y abre todos los días de 10 a 17h (en invierno creo que cierra antes, a las 18h, pero no lo pude comprobar porque yo estuve en junio).


El altar mayor y su retablo


Esculturas expuestas en la colegiata, que van del siglo XIV al XVI.

La iglesia románica del siglo X fue destruida, ya lo dije antes, en 1227, cuando un trozo de roca que sobresalía de la iglesia se desplomó, causando la muerte de 36 personas, solo se conserva esta portada
Los únicos vestigios de la iglesia románica
Detalles de la portada norte, con las figuras de los apóstoles

La Ciudadela

Arriba de la colegiata hay una fortaleza a modo de ciudadela, a la que se puede subir por escaleras (400 escalones, ¿te atreves?) o por un teleférico. No, yo no subí, imagino que sí que tiene que tener muy buenas vistas. La actual fortificación no es muy antigua, data de los años 1818 a 1821. Hoy se ha convertido en museo. En el lugar hubo un anterior castillo fortificado del siglo XI, destruido por las tropas borgoñonas, reconstruido en 1523 por el obispo de Lieja, y vuelto a destruir por los franceses en 1703.

Una vista desde la orilla oeste del Mosa con la colegiata y la ciudadela


Aquí se observa la subida en escaleras o en teleférico a la fortificación.

Iglesia de Saint-Nicolas

Fue adquirida recientemente por el Châteaux Bon Baron, para convertirse en bodega, esta iglesia fue reconstruida en 1926, ya que fue derrumbada por los ataques alemanes de 1914; antes de que se llenara un brazo del río Mosa, estaba situada en una isla


Convento de los Capuchinos

Tiene sus orígenes en una casa religiosa construida a principios del  siglo XVII para los frailes Capuchinos, aguas arriba del barrio de Saint-Médard, confiscado por la Revolución Francesa, luego sirvió como hospicio y posteriormente como hospital para las Hermanas de San Vicente de Paúl entre 1838 y 1957, desde 2010 es de la ciudad de Dinant, para servicios municipales 

Ayuntamiento

El ayuntamiento se encuentra en la Rue Grande y ocupa el lugar de una antigua residencia de los Príncipes-Obispos de Lieja y fue reconstruido en la década de 1920 después de sufrir graves daños, como toda la ciudad, durante la Primera Guerra Mundial
Delante del edificio está la escultura Mister Sax' Water Clock, como homenaje al famoso inventor

Porte Saint-Martin


La Puerta de San Martín es de los pocos vestigios que quedan de la muralla que guardaba la ciudad.

Iglesia Saint-Georges de Leffe


La Iglesia de San Jorge se construyó alrededor de 1230, de estilo románico, aunque muy reformada, sobre todo en los siglos XVII y XVIII; el campanario es muy reciente, de 1968.

Tour Dinant/Monfat

Esta torre mirador de 20 metros de altura, construida en 1909, domina el Mosa desde 120 metros

A continuación otros edificios curiosos que me gustó fotografiar...







Adolph Sax

La ciudad está llena de saxofones porque aquí, en Dinant (1814), nació Adolph Sax, su inventor, hay un monumento y una Maison Adolphe Sax. Desde joven se obsesionó con fabricar instrumentos, con sólo 15 años ya competía con flautas y clarinetes hechos por él mismo. Después de mudarse a París en 1842, empezó a diseñar nuevos instrumentos, como los saxhorns, que se hicieron muy populares en las bandas de metales. Pero su gran invento fue el saxofón: quería crear un instrumento de viento que sonara potente pero también suave, como las cuerdas. Gracias a amigos como el compositor Jules Demersseman y al apoyo del famoso Hector Berlioz, el saxofón empezó a ganar fama. Sax acabó siendo profesor en el Conservatorio de París, y siguió inventando cosas como la tuba wagneriana para Richard Wagner. Murió en 1894 en París. Su hijo siguió con el taller, que años después fue absorbido por Henri Selmer Paris, cerrando el ciclo de esta familia que cambió para siempre el mundo de la música. (Biografía de Adolph Sax)

Monumento en la calle
La calle lleva su nombre, Adolphe Sax, y su casa natal se ha transformad en museo
Son muchos los festivales y conciertos basados en el instrumento del señor Sax

.   

Billete y sello de correos emitidos por Bélgica en honor del señor Sax y su saxofón

Igual que las manzanas de Nueva York, o las meninas de Madrid, aquí en Dinant hay saxofones por todas partes, en el puente De Gaulle, en las calles principales...


Centro Cultural - Salle Bayard

Aquí se celebran uno de los festivales más importantes de saxofón

La tradición cervecera del barrio de Leffe

Ya casi al final, en el norte, se encuentra la Abbaye Notre-Dame de Leffe. La Abadía de Leffe es una historia con altibajos, empezó en 1152 como un priorato y se convirtió en abadía en 1160. Esta abadía, también llamada de Leffe, por ser el nombre del barrio, tenía una cervecería ya en la Edad Media, que procedía de un clérigo llamado Gossuin. En esa época, al no poder comprobar si el agua de manantial era salubre, los monjes encontraron en la producción de cerveza un valioso medio para escapar de las epidemias (gracias al proceso de higienización de la fermentación) y, rápidamente, el molino y su cervecería se trasladaron dentro de la propia abadía.


Durante dos siglos, la abadía vivió tiempos de prosperidad gracias a sus tierras, molinos y el apoyo de los señores locales. En el siglo XV, la cosa se torció: peste, inundaciones y guerras dejaron la abadía en ruinas. Más tarde, la comunidad logró recuperarse un poco gracias a los molinos del río. Con la Revolución de Brabante en 1789, la abadía fue expropiada y terminó convertida en fábrica de vidrio, papel y lino. En 1902 la recuperaron unos canónigos franceses, que la restauraron, aunque sufrieron las dos guerras mundiales. Hoy, tras los cambios del Concilio Vaticano II, la abadía sigue activa, combinando vida religiosa y actividades culturales, pero no hacen cerveza.


En 1952, hubo un acuerdo entre la abadía de Leffe y una cervecería comercial (hoy es propietaria la marca Artois, del grupo cervecero Anheuser-Busch InBev), de forma que utilizaba el nombre tradicional de la abadía a cambio de las correspondientes regalías. La cerveza que conocemos como Leffe no se hace en Dinant sino en Lovaina.

Además de la Leffe hay otras de Dinant que son artesanales y muy ricas
También son típicas las macro-galletas de Dinant, algunas enormemente grandes

Para comer y despedirnos de Bélgica hemos probado los típicos moules aux frites (mejillones con patatas fritas) y una de esas poderosas cervezas. ¡Salud!


Hasta la próxima, viajeros !!
Dejen sus comentarios, esos que alimentan a este blog. Gracias.

Comentarios