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| Castillo de los Guzmanes |
Me habían contado una historia sobre la primera ciudad que en España se utilizó la pólvora. Y allí fui este invierno. Normalmente cuando hablamos de la niebla (nebŭla) lo hacemos del fenómenos meteorológico, de la falta de visibilidad producida por las nubes bajas, cerca o a nivel del suelo. Pero quizás muchos no conozcan el pueblo onuvense de Niebla (Conjunto Monumental Histórico-Artístico), yo tampoco supe de él hasta hace poco, y eso que vivo a un par de horas de carretera. Sí, Niebla es un municipio de la provincia de Huelva, de unos cinco mil habitantes con un conjunto monumental que incluye un magnífico castillo. Fue, incluso, capital de una cora durante el Califato de Córdoba en aquellos reinos de taifas, cuando existía la Taifa de Niebla. La muralla urbana de Niebla es una fortificación declarada Bien de Interés Cultural.
Un poco de Historia
Su antigüedad se remonta hasta los comienzos de la Edad del Hierro, están los dólmenes cercanso de Soto (en Trigueros) y de la Hueca, que desgraciadamente no pude visitar. Por Niebla, como por toda Andalucía, han pasado distintos pueblos y culturas. Fruto del paso de estos pueblos, Fue la Ilípula de los tartesos (aún se les denominan a los nacidos en Niebla con el gentilicio de iliplenses), con el pueblo fenicio fue importante por la riqueza minera de sus alrededores y por sus facilidades de comunicación, a través del río Tinto, entonces navegable hasta las mismas puertas de la ciudad. Cuando la conquistaron los cartagineses era ya una población fortificada. También como Ilípula la mantuvieron los romanos y aún hay constancia de un puente romano: por aquí pasaba la calzada que unía la desembocadura del río Guadiana con Itálica. Roma les permitió acuñar moneda propia. Además del puente (fotos de abajo), hay restos de la calzada romana, de una basílica, de un acueducto y de unas termas, así como de parte de la muralla, donde se aprecia la traza romana.
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| Puente romano |
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| El Puente Romano tuvo una restauración excesiva y hoy difícilmente puede reconocerse como tal, de hecho los coches pasan por ahí para entrar a Niebla |
Los visigodos la convirtieron en Elepla, siendo entonces la primera sede episcopal de la Bética. Los andalusíes la bautizaron como Madina Labla y los castellanos en Niebla, sin que tuviera nada que ver con el fenómenos meteorológico. Posteriormente fue sometida por los almorávides y, en 1155, por los almohades tras un cruento asalto. El último rey de Niebla, Aben-Mahfot, antes de la venida de las tropas cristianas sobre Niebla y como medida de precaución, volvió a edificar el recinto por completo. Alfonso X de Castilla conquistó la ciudad cien años después (1257). En el asedio se utilizó por primera vez la pólvora con fines bélicos en Occidente, empleándose unas primitivas bombardas. Desde entonces, el castillo ha protagonizado un sinfín de hechos históricos, tanto con la reina Doña Beatriz, como después con Pedro I. La tolerancia fue norma en Niebla, la población musulmana seguir residiendo en la ciudad, al contrario de lo que había ocurrido en otras ciudades andalusíes. En 1369 pasó a ser el Condado de Niebla para un apellido de renombre, los Guzmanes, posteriormente los duques de Medina Sidonia, lo que llevó a un florecimiento de la ciudad y a la construcción de templos y palacios.


Troneras de Palo y Orbe en el Castillo
La bronca se da en 1508, Fernando II reclama al ducado de Medina Sidonia y la entrega inmediata de los castillos; todos los alcaides obedecieron menos el de Niebla, que dijo que él sólo se debía a su Duque. Mil quinientos hombres fueron enviados por el rey y el Duque capituló y las tropas saquearon la ciudad como venganza a la posición díscola de Niebla. A partir de se momento empezó la decadencia, el caciquismo y el despotismo feudal. Finalmente pasó a la Casa de Alba, hasta la disolución de los señoríos en el siglo XIX. El terremoto de Lisboa de 1755 no sólo dañó grandes extensión de nuestra vecina portuguesa sino que también a las provincias occidentales andaluzas como Huelva o Cádiz. Gran parte del patrimonio de Niebla se derrumbó. La minería en Riotinto da alas a la ciudad durante el último tercio del siglo XIX y la llegada del ferrocarril, primero con la capital, Huelva, y luego con Sevilla.
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| El río Tinto presente en la Historia de Niebla |
La pólvora y Niebla
Son muchos los misterios que rodean a la invención de la pólvora, chinos, griegos, árabes y alemanes se disputan el honor de haber sido los pioneros en aparición y uso militar. Una crónica de Alfonso X El Sabio (que escribió cien años después del asedio a Niebla) dice que los árabes la emplearían para defenderse:
E porque el Algarbe tenían todo los moros, e la cabeça desto era Niebla, de que era entonces señor un moro que dezían Abén Mafod, el rey mando llamar a los (ricos) omnes de su reyno e a todos los fijosdalgo et los de los conçejos, e sacó hueste e fizo çercar la villa de Niebla. E desque y llegó mandó asentar los reales e pusyéronles muchos engennos como quier que en algund tiempo la villa era muy fortalezida e bien çercada de buen muro e de buenas torres e labrados todas de piedra.
La palabra engennos (ingenios) se identifica con cañón y de ahí que fuera la pólvora la utilizada en ese asedio a Niebla.
Las Murallas y el Castillo de Niebla
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| Niebla destaca por sus famosa murallas almohades |
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| Son de tierra arcillosa rojiza y esquinales de cantería |
Su origen es tartésico, es el mayor recinto de este tipo en Europa y el mejor conservado. Hoy día tiene una forma irregular pero cubre unos dos kilómetros de longitud, con cuarenta y ocho torreones. Con el tiempo han desaparecido las almenas. La mayor parte es almohade del siglo XII, aunque su origen es muy anterior, a la final de la Edad del Bronce y a la época ibero-romana republicana. Existen cinco puertas: del Socorro, de Sevilla, del Embarcadero, del Agua y del Buey.
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| Puertas de la Muralla de Niebla |
La Torre del Oro situada en el vértice oriental del recinto amurallado, ha estado prácticamente derruida hasta tiempos recientes, en los que ha sido reconstruida. La leyenda cuenta que sus hermosas campanas de oro se encuentran en el fondo del Río Tinto. Se reformó entre los siglos XIV y XV. Ya en las últimas décadas del siglo XX se intentó conservar este patrimonio y gran parte de las murallas se restauraron ante el deterioro que se estaba produciendo.






Quizás lo más vistoso y lo más visitado, el castillo de planta cuadrangular, de los Guzmanes. Es muy bonita la visita (previo pago de ticket), hay dos grandes patios rodeados de torreones y una impresionante torre del homenaje que se levanta en una de las esquinas. Como paso de otras culturas y de la propia muralla, de la que hablamos antes, el castillo tiene restos romanos (el oppium romano), visigodos y andalusíes, aunque la construcción del edificio actual es posterior incluso a la creación del condado de Niebla. La autoría hay que reconocerle al segundo duque de Medina Sidonia.
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| Maqueta simulando cómo era el castillo cuando se construyó |
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| Almenas del castillo |
Igual que otros edificios, también fue afectado por el terremoto de Lisboa. Los franceses también produjeron destrozos en el castillo cuando la Guerra de la Independencia. Posteriormente ante el abandono, se aprovecharon sus muros para la construcción de viviendas anexas, que ya en el siglo XX fueron desalojadas con las sucesivas restauraciones.
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| Vista del patio del castillo |
Hoy puedes ver en la visita material audiovisual con salas tematizadas donde recrear las épocas pasadas: la Cámara de la Condesa, la Armería o las Mazmorras, dos niveles de subterráneos donde se exponen más de 30 instrumentos y máquinas de tortura. También puedes subir a los torreones donde poder fotografiar el pueblo y el trazado del río Tinto al paso por la ciudad de Niebla.
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| El castillo incluye mucho material didáctico y reproducciones de ingenios militares |
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| Entrada a las mazmorras |
Dos plantas subterráneas perfectamente conservadas para las mazmorras
Iglesias de Niebla
Santa María de la Granada
Esta iglesia, quizás sea la más importante de Niebla, fue un pequeño y austero edificio de raíz romana, que luego fue un templo visigodo, incluso la sede del obispo de la zona, aunque sólo queden algunas columnas. También fue el lugar de una mezquita en el siglo IX, de la que quedan restos del mihrab y mimbar musulmanes y algunas partes como el patio de acceso o la puerta con arcos. Nuevamente cristiana (siglos XV y XVI), el templo fue reconvertido al estilo gótico mudéjar. Entonces se construyen las bóvedas actuales y el campanario.
San Martín
De la Iglesia de San Martín sólo quedan ruinas. También fue mezquita, que tras la conquista castellana fue cedida por el Alfonso X el Sabio como sinagoga para ganarse el favor de la comunidad judía, y en el siglo XV una iglesia de estiló mudéjar. Tenía tres naves y un ábside gótico que se conserva como se aprecia en la fotografía. El campanario consta de tres cuerpos y termina en espadaña, que aún se conserva. El templo alberga una talla de un Cristo atado a la columna (se ve al fondo porque está tapiado).
Nuestra Señora de los Ángeles
Otro edifico notable es el Hospital de Nuestra Señora de los Ángeles, hoy la Casa de la Cultura municipal. Se puede entrar porque es un edificio administrativo. Su estilo es marcadamente barroco, al estilo de Andalucía, con planta baja, puerta de ladrillo con arco, su balcón y ventanas enrejadas, rematado con una bonita espadaña.


Para finalizar les aguaré la fiesta y les diré que algunos historiadores opinan que no existen suficientes pruebas documentales que permitan constatar que en el sitio de Niebla se empleara la pólvora por primera vez en la Península (1257). Algunas fuentes atribuyen la pólvora a manos del monje franciscano inglés Roger Bacon en 1260. Mientras que existe la teoría de que la primera pólvora utilizada fue por parte de los árabes en 1240 (veinte años antes que el monje) y atribuida al científico y botánico malagueño Abdalá-ibn-Baita, que utilizó el nitrato potásico como armamento de explosión. Así que quédense con el mito, con la leyenda, pero lo mejor es visitar la ciudad, sus murallas y sus castillos, y ya puestos, el buen jamón de la provincia de Huelva, que ese sí que es verídico.
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| Con esta vista de Niebla desde el castillo, me despido de ustedes. |
Hasta la próxima viajeros !!
National Geographic dedicó un 👉 artículo a la ciudad de Niebla.
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