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La rana más famosa de Salamanca

Universidad de Salamanca

Como el toro de Osborne o el perrito Milú de Tintín, la rana de Salamanca es famosa. Es uno de los trabajos que todo turista en Salamanca debe hacer, buscar la rana en la fachada de estilo plateresco de la Universidad, (situada en el Patio de Escuelas) elaborada con la piedra franca extraída de las canteras de la vecina Villamayor. La portada de la Universidad de Salamanca se acabó de tallar en el año 1553. En todo momento ves a grupos de turistas, incluso estudiantes recién llegados que tienen la obligación de encontrarla para tener suerte en sus estudios. Aunque como decía Unamuno "No es lo malo que vean la rana, sino que no vean más que la rana". Alguien puede pasar y buscando una propina nos cuente la historia y nos ayuda a identificarla en el entramado escultórico de la puerta. Ya en el antiguo Egipto se asociaba la alegoría de la rana con la muerte. Aparece en numerosas ocasiones la rana como una alegoría relacionada con la lujuria: pecado de la carne. Su significado no está claro, el año pasado aparecieron nuevas teorías de hecho, puesto que no se sabe si era la firma del cantero que labró las calaveras en forma de símbolo, o una simple forma de la época de transmitir enseñanzas bíblicas, uno de los pecado capitales, la lujuria, que conduce a la muerte. La muerte obviamente es la calavera sobre la que se encuentra. Y la rana, no es rana, si no un sapo (femenino), que representa a las putas de Salamanca con las que se iban los alumnos.

A Salamanca putas, que viene San Lucas”, reza el refranero estudiantil, y es que las putas en Salamanca, se entrenaban con los estudiantes, para luego ser las cortesanas del reino. Por todo ello la referencia a la rana. La tradición dice que el hecho de encontrar la rana, indica buena suerte y en lo referente a los estudiantes, que aprobarán sus estudios si logran verla sin ayuda. La rana se ha mercantilizado y es objeto de culto para los souvenirs de todo tipo de Salamanca: imanes, insignias, postales, camisetas, llaveros, ceniceros,...


Pero como decía, el año pasado Benjamín García-Hernández, catedrático de Filología Latina de la Universidad Autónoma de Madrid, se ha sacado otra teoría sobre la simbología de la rana, de la que pude leer un resumen en el periódico El Mundo. Este profesor ha publicado El desafío de la Rana de Salamanca: cuando la rana críe pelos, un curioso título para una sesuda investigación llena de rigor y originalidad en la que, por momentos, la propia rana cuenta al lector en primera persona los avatares de su construcción y el porqué de su importancia. Entre la novela histórica y el tratado filosófico García-Hernández busca un significado más profundo al del atractivo turístico. En su origen, sin embargo, esa rana era un elemento secundario en relación al escudo de los Reyes Católicos, que puede verse en la foto derecha de arriba: la efigie de Isabel y Fernando circundada por la leyenda "Los Reyes para la Universidad y ésta para los Reyes" casi una especie de retablo laico. El autor sostiene en su relato, que el conjunto de la rana y la calavera sobre la que se posa, pretende mandar un mensaje iconográfico, para burlar de esta manera a la inquisición y añade un detalle que ayuda a comprender la historia. El elemento antropomorfo representa al príncipe Juan, hijo de los Reyes Católicos fallecido en 1497 sin haber cumplido los 20 años. Por tal motivo, al chafarderismo popular rebautizó la pieza como 'Juanita' y, en recuerdo al doctor Parra, quien trató infructuosamente de salvar la vida del heredero de la corona, denominó 'Parrita' a su eterna compañera animal que, apostada sobre la zona del cuero cabelludo, lanza al mundo de manera sutil el mensaje de que, pese a que el conjunto de la fachada pretende resucitar a los notables de la época, la resurrección no es posible. La idea, heredada de un viejo proverbio sefardí, explican los expertos, podría haberse dejado clara si se hubiera acompañado de un lema que jamás llegó a ser tallado por no ofender la moral de la época y no arriesgar la vida del autor o autores. De igual modo Benjamín García-Hernández logra desentrañar el llamado 'orden de lectura' del monumento. La clave que permite seguir la historia que esa fachada quiere contar y lo que representa cada elemento. Así, considera que el conjunto que forman las tres calaveras apostadas en la pilastra de la parte derecha representa a los tres hijos de los monarcas fallecidos antes de la construcción de la fachada (Isabel, María y Juan). Uno de ellos, señala, es el príncipe Juan sobre el que se alza, desgastado por el tiempo, uno de los enigmas más curiosos de los últimos cinco siglos.

De estas cosas lo mejor es que nadie tiene la verdad absoluta. Cualquiera sabe, de momento si va por Salamanca no deje de saludar a la rana/sapo/príncipe ¿quién sabe? Hasta la próxima.

La famosa ranita sobre la cabeza de la calavera de piedra
La estatua de Fray Luis de León

Fuente: Blog de ciudades; Wikipedia; Periódico El Mundo.

Comentarios

Babyboom ha dicho que…
Pues no conocía yo la historia de la rana, qué curioso!!! Un saludito. ;-)
Chelo ha dicho que…
¡No había oído hablar de la rana (sapo) de Salamanca y mucho menos de su historia!
Salamanca es mi destino español pendiente, así que espero poder ir pronto.
¡Saludos!
cincuentones ha dicho que…
Hemos visitado la universidad de Salamanca y contemplado su hermosa fachada, pero ignorábamos la historia de la rana y por supuesto no la buscamos y no la pudimos saludar. Interesante reportaje.
Saludos.
Fran Soler ha dicho que…
Pues mira que miré cuando estuve y no hubo manera de encontrarla..... a la próxima no fallo!! Saludos