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Una noche en... un fuerte de Felipe II

Forte de São Filipe

Las pousadas son, o eran, como los paradores, edificios históricos que albergan un hotel. Ya las pousadas no son del Estado, se han privatizado (son del grupo Pestana), como casi todo en nuestro vecino país, quizás los paradores españoles sigan el mismo camino. Pero mantienen, de momento un buen nivel, son hoteles equiparables a cuatro o cinco estrellas. El precio medio de una noche supera los cien euros, aunque existen muchas promociones, nosotros elegimos esta pousada de Setubal con una oferta de dos noches al precio de una, es decir toda una ganga de cincuenta euros por habitación doble con desayuno bastante completito y en plena Semana Santa. Pero lo más importante de las pousadas son los lugares en que se ubica, ya hemos probado nosotros las de Évora, Estremoz, Marvao o Tavira. El Fuerte de San Felipe, también conocido como Castillo de San Felipe, en portugués Forte de São Filipe, es un fuerte situado sobre una vista impresionante de la ciudad de Setúbal, desde donde se observa claramente la margen izquierda de la desembocadura del río Sado y el océano Atlántico, en Portugal.

La estructura proyectada por Terzi se realizó en estilo manierista
Aquí puede verse una habitación de la pousada con una buhardilla acondicionada en la parte superior, además tiene una pequeña terracita con vistas a Setubal 

La pousada en general está muy bien, es difícil adaptar un recinto militar a un hotel, pero en este caso, al menos a nosotros nos pareció bastante confortable, aunque la subida al fuerte requiere que pienses en llevar maletas que no pesen mucho porque la cuesta de piedras es complicada. También, por decir algún defecto, la calefacción no está muy lograda y al principio te pega un poco el olor a humedad. Pero recomendable, desde luego recomendable, especialmente si conseguís una oferta del tipo de la que nosotros cogimos.


Según leemos, el proyecto de una fortificación moderna para defensa de este tramo del litoral portugués se remonta al siglo XIV, con la construcción del Fuerte de Santiago de Outão, destinado al control de la entrada del río y el acceso al burgo medieval. Con vistas a ampliar esa defensa, en el reinado de Juan III (1521-1557), Brás Días recibió el cargo de administrador de las obras de la Plaza y Castillo de Setúbal (31 de julio de 1526). Las dificultades financieras, que llevaron incluso al abandono de las posesiones ultramarinas en el Norte de África (plazas fuertes de Azamor, Arcila, Alcazarseguir y Safí), habrían atrasado el desarrollo de esos trabajos.La construcción fue retomada en la época de la dinastía Filipina; su relevancia quedó clara con el hecho de que el propio soberano Felipe I de Portugal (nuestro Felipe II) (1580-1598) asistió en persona, en 1582, al colocamiento de la primera piedra de la nueva fortificación, con traza del arquitecto e ingeniero militar italiano Filippo Terzi (1520-1597).
 
Filippo Terzi (nacido en Bolonia en 1520 y fallecido en Setúbal en 1597) fue un arquitecto e ingeniero italiano, que con Tiburzio Spannocchi fueron los más célebres arquitectos militares durante el reino de Felipe II. Terzi habría trabajado en las obras hasta mediados de 1594, pero con su enfermedad y fallecimiento, fue sustituido por el ingeniero militar Leonardo Torriani, que finalizó la construcción del fuerte en el año1600.

Capilla del fuerte
El fuerte aunque construido en la época de la unión ibérica (¡qué me gustaría a mi que siguiéramos siendo una sola nación!), fue cuidado y mejorado cuando Portugal se volvió a independizar. Así, bajo el reinado de Juan IV se hizo una ampliación. En el siglo XVIII, la capilla en su interior adquirió su revestimiento de azulejos, firmados por Policarpo de Oliveira Bernardes, al lado tenéis una foto que da una idea de esta decoración y esos colores azules tan típicos de Portugal. Los motivos son sobre la vida de San Felipe. El fuerte se vio fuertemente afectado por el terremoto de 1755 y un siglo después por un incendio.

En el siglo XX, a partir de la década de los años cuarenta, pasó a ser objeto de intervenciones de conservación y se restauró casi tal como ahora está. Ya en 1964 se convirtió en la actual Pousada de São Filipe. Desgraciadamente un nuevo terremoto (1969) volvió a destruir parte de lo restaurado.

Para acceder al fuerte, la pousada vamos, se llega por un Portón de Armas, defendido por dos baluartes. La escalera está cubierta por una bóveda y el rellano entre las dos partes da acceso a las casamatas. Al final de la escalera, en el terraplén, se encuentran los edificios de servicio: la antigua residencia del Gobernador y la Capilla, de la que hemos hablado antes.


Bueno, la experiencia es agradable y os la recomiendo, además Setúbal está muy cerca de Lisboa y os puede servir de base para escapadas por la zona (Cascais, Santiago do Caçem, Cabo da Roca, Estoril, Sintra, y el estuario del Sado, y más muchas más cosas). Os dejo abajo con una foto desde el fuerte por la noche... ¡espectacular las vistas!

Vista de Setubal desde el castillo
...aquí en verano con un cubatita o un buen vino portugués y con estas vistas se debe estar pero que muy bien




Comentarios

Verónica Paz ha dicho que…
Que pasada!!! si que me gustaría dormir en lo que en su día fue un fuerte ^_^
Caliope ha dicho que…
Anotado para cuando vaya por el país vecino, tiene muy buena pinta! no conocía este tipo de alojamientos. Un saludo!