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Bergen, la ciudad que te abraza


Cuando hicimos nuestro crucero por los fiordos noruegos nos llamó mucho la atención la ciudad de Bergen, con poco más de doscientos mil habitantes, es la segunda ciudad de Noruega, después de Oslo. Aunque su población es de unos doscientos cincuenta mil habitantes, tampoco es tan grande, realmente Noruega tiene una densidad de población muy pequeña para su extensión de territorio y de costa. Bergen está situada en el oeste del país, y como Hamburgo o Bremen o algunas de las ciudades bálticas, formó parte de la Liga Hanseática. Es la capital de la provincia de Hordaland. Suele ser, aunque en nuestro caso no fue así, como la puerta de entrada a los famosos fiordos noruegos, y por ello también se ha convertido en el mayor puerto de cruceros turísticos de Noruega, y uno de los mayores de Europa. Más de la mitad del transporte marítimo que entra y sale en Noruega lo hace por su puerto y es la base principal de la Marina Real Noruega. Está rodeado de colinas o montañas al estilo de Roma, por eso Bergen se llama «la ciudad de las siete montañas», nombre fue dado por el dramaturgo Ludvig Holberg. 


Y el nombre de Bergen original del nórdico antiguo, está formado con las palabras Bergvin y Bjǫrgvin, (Berg o bjǫrg, que se traduce como «montaña» a lo que se añade vin, que se refiere a un asentamiento donde solía haber un pastizal o pradera, eso dice la sabionda Wikipedia).
 

Hay ocho barrios en la ciudad: Arna, Bergenhus, Fana, Fyllingsdalen, Laksevåg, Ytrebygda, Årstad y Åsane. La visita a Bergen la hacemos por libre, sin rumbo fijo, nos dejamos ir por las calles y empinadas callejas de la ciudad, en una mañana donde a ratos nos ha sobrado incluso el jersey pero que concluyó con un chaparrón tremendo al llegar la tarde -era agosto-.
 

Comenzamos recorriendo el barrio hanseático de Bryggen que forma parte del patrimonio mundial de la Humanidad.
 

Bryggen
 
En Bryggen encontramos casas de madera antiguas o restauradas como hace siglos y que dan una idea de lo que fue Bergen hace quinientos años en el comercio con los puertos del Báltico. Bryggen (en noruego muelle o embarcadero) está situado en uno de los muelles, concretamente en la orilla oriental del fiordo donde se asienta la ciudad. En Bryggen destacan sus edificios de madera, aunque ha sufrido varios incendios y una la cuarta parte de los edificios datan de después del incendio de 1702, hay otros incluso más recientes. Se conservan algunos sótanos de piedra que se remontan al siglo XV. Otro incendio fue el de 1955.
 

La Iglesia de Santa María es el edificio más antiguo de Bergen, con alguna de sus partes construidas alrededor del año 1130. Fue la iglesia de los comerciantes hanseáticos desde 1408 hasta 1766. En la actualidad, Bryggen es una zona eminentemente turística, con numerosos restaurantes y tiendas de todo tipo. Debido a la acción del tiempo en los edificios históricos de madera, a partir de 2008 se lleva a cabo un proceso de restauración para evitar el posterior deterioro estructural.

 
Bryggen fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979.

Bergen ha sabido conservar y restaurar su patrimonio cultural e histórico


Fisketorget
 
Avanzamos hasta adentrarnos en un mercado de pescado muy apropiado para turistas que lo visitan (Fisketorget). Hay mariscos de todo tipo, salmón salvaje, embutidos de reno, filetes de ballena,... hacen las delicias de los que estamos allí, aunque solo algunos se atreven a los precios "noruegos" de estos manjares.
 

Luego visitamos una iglesia luterana que nos apacienta del ruido de los turistas, excesivos, en las calles de Bergen. Es la Iglesia de la Cruz (Korskirken), un templo del siglo XVII que nos llama la atención, no por sus detalles arquitectónicos sino porque sea una mujer la que imparte la misa.
 
Así debía ser pero así no la vimos

Luego vamos a ver la Catedral, pero solo la podemos ver desde fuera -la foto de arriba es de una postal, porque en esos momentos estaba tapada por una restauración-, tampoco impresiona. Realmente en Noruega no hemos visto ningún templo (quizás la Catedral de Trondheim), que se pueda asimilar mínimamente a las iglesias o catedrales de España, Italia o Francia.Pero Bergen es también una ciudad romántica, el hogar del músico Edvard Grieg y con bellas casitas de colores de madera que hacen del paseo por la ciudad (si no fuera por la lluvia intermitente) una agradable mañana. Estos viejos barrios están esparcidos dentro y fuera del centro, especialmente en Nordnes, Marken y Sandviken. Nygårdshøyden es una zona pintoresca con un gran número de edificios del siglo XIX, muchos de ellos construidos con fachadas en arquitectura neoclásica. Algunas zonas de Bergen fueron reconstruidas tras la Segunda Guerra Mundial.
 

Bergen desde arriba del funicular


Y llega el turno de pagar los peajes del turista, el hacer una tremenda cola para subir el funicular de Bergen, el que va a la montaña de Fløyen, el funicular se llama el Fløibanen (no hay que saber mucho noruego Fløi+banen).
 

La llegada al mirador merece la pena, las vistas son impresionantes, se puede imaginar uno estos paisajes con la música de su compositor local, Edvard Grieg. Arriba hay también un pequeño lago al que accedemos después de una pequeña caminata muy agradable.


Hoy el barco sale pronto a navegar, a eso de las seis de la tarde ya partimos, aunque el día ha cundido en Bergen. La última lluvia corrobora aquello de que en Bergen llueve.


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