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Matera: los sassi y las iglesias rupestres

Matera (Mater o madre tierra)

Realmente, Matera ha sido durante años una ciudad de miseria, en la que mucha gente vivía, en cuevas, en condiciones de infravivienda, apelmazadas, cercana al colapso demográfico. El analfabetismo era endémico, y en un espacio mínimo, sin luz eléctrica ni agua corriente, vivía toda la familia. Se encuentra Matera entre la Campania (Nápoles), y Apulia (Bari). Curiosamente, se ha puesto de moda, y esa ciudad en la que se vivía en grutas hasta la segunda mitad del siglo XX, se empezó a valorar por su singularidad hasta el punto que la UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad. Hay quien la conoce como la pequeña Capadocia, por aquellos paisajes de Turquía. Fundamentalmente se debe a lo que se llaman los «sassi». Si lo consultas en el diccionario, sassi significaría piedras (sasso en singular). Hay dos barrios con esas características: el Sasso Caveoso y el Sasso Barisano, que están formados por edificios y arquitectura rupestre excavados en la roca de la llamada Murgia Materana. Entre los dos hay un barrio, llamémosle normal, el de Civita, en una especie de espolón que separa los dos sassi. El escritor Carlo Levi dijo de Matera que «hanno la forma con cui, a scuola, immaginavamo l'Inferno di Dante». En esta entrada os hablaremos de Matera y esas edificaciones, además de la visita que hicimos a una de las iglesias rupestres.

Escudo de Matera, con el lema en latín Bos lassus firmius figit pedem (el buey cansado clava su pezuña con más firmeza) que indica cómo un pueblo pacífico pero cansado de los abusos puede rebelarse contra el yugo de sus opresores


Habitada desde el Paleolítico, algunas cuevas se remontan al XIII milenio a.C. Los sassi recuerdan las construcciones que un tiempo se realizaban en Oriente Medio, esto también se debe a que los eremitas que escaparon de Asia Menor en el siglo VII edificaron aquí sus capillas subterráneas. Se siguieron utilizando en la época de la Magna Grecia, posteriormente con Roma, también en la Edad Media y así hasta mediados del siglo XX. Hasta 1663, Matera formó parte de la provincia de Terra d'Otranto; luego se independizó y se convirtió en la capital de la entonces provincia de Basilicata, dentro del Reino de Nápoles, siendo sede de la Real Audiencia y con el consiguiente crecimiento económico, comercial y cultural.

Matera fue la primera ciudad del sur de Italia en levantarse en armas contra el nazismo. En 1980 fue parcialmente dañada por el terremoto de Irpinia y los temblores que le siguieron. Fue capital europea de la cultura en el año 2019. Hoy tiene unos sesenta mil habitantes, a los que se le añaden otros tantos como turistas. Fue una de las bases de operaciones en nuestro último viaje a Italia. Nos alojamos en un apartamento en la parte nueva, donde no había problemas de aparcamiento.


A mediados del siglo XX, en las tres mil cuevas de los sassi vivían unas quince mil personas. A veces hasta familias numerosas de más de diez individuos. El presidente de la República dijo en ese momento que Matera è una vergogna nazionale y hubo un plan de traslado masivo a nuevos barrios que se levantaron en la periferia (Ley Colombo, por el apellido del diputado que la redactó). Los dos sassi se fueron estableciendo en el fondo de dos surcos del valle, siendo modelados por el paso del agua. El Sasso Barisano, situado a lo largo de la calle que salía de la ciudad, se llama así porque siguiendo el mismo se llega a Bari, y está orientado al noroeste y contiene portales esculpidos y frisos. El Sasso Caveoso, que mira al sur hacia Montescaglioso, tiene la forma de la cavea de un teatro, con las casas dispuestas en escalones. Desde el Neolítico, los habitantes aprovechaban la friabilidad de la roca y las pendientes para crear un complejo sistema de canalización del agua, conducido en una amplia red de cisternas: esas estructuras simples y rudimentarias resultaban tener una gran eficiencia técnica, de ahí su valor cultural y la apreciación de la UNESCO. 


Una frase de Matera era que «li morti stanno sopra li vivi». Esto se debe a que los tejados, a veces, servían de cementerios, por eso los vivos estaban bajo tierra, y los muertos sobre la tierra. También, en la parte superior de las casas, había jardines colgantes y huertos. En los sassi se vivía de forma comunitaria, había un pozo común donde se lavaba la ropa, el horno común donde se amasaba el pan... Tenían las cuevas una cosa buena, a pesar de todo, y es que la piedra hacía de aislante térmico, tanto en verano como en invierno.

Mientras la gente pobre vivía en el fondo del valle, en esas viviendas excavadas en las piedras, arriba de Matera se agrupaba la gente noble y la burguesía creciente en forma de palacetes barrocos. Cuando estamos arriba, veo que hay mucha gente en algunos balcones de esta parte alta de la ciudad, donde se divisan los sassi, muchos grupitos de turistas, además es sábado, normal. Los miradores están a rebosar.



Arriba fotos del mirador Luigi Guerricchio: un pequeño pórtico formado por tres arcos de medio punto que da acceso a una pequeña terraza dedicada al pintor del mismo nombre, nacido en Matera. Aún quedan resto de pinturas religiosas de siglos pasados. Llegas a él desde la Piazza Vittorio Veneto. Además del Belvedere Luigi Guerricchio o de los Tre Archi, hay muchos miradores interesantes para fotografiar Matera. También desde la plaza de la catedral se agolpa mucha gente para mirar el Sasso Barisano, así te encuentras de frente el conjunto de fachadas de estas particulares casas, donde el techo de una es el suelo de otra. Pero hay muchos más puntos desde donde poder fotografíar ambos sassi, como los Gradoni di Sant’Antonio, la Via Tre Corone, el Belvedere Piazzetta Pascoli o la fuente de Via San Rocco.



Il Duomo

Su nombre completo es catedral della Madonna della Bruna e di Sant'Eustachio 
En el exterior, cabe destacar el rosetón de dieciséis radios

El Duomo de Matera es muy «vistoso», digno de visitar y es del siglo XIII. Su estilo arquitectónico es románico apuliano, aunque el interior está super recargado de dorados que se incluyeron siglos después, quizás un tanto excesivo. La catedral fue construida en el particular estilo románico de Apulia, en el siglo XIII, en el espolón más alto de la Civita (barrio alto) que divide los dos Sassi.




El campanario domina el paisaje con sus 52 metros de altura.
La catedral está construida sobre el emplazamiento de un anterior castillo normando y, como atestiguan recientes excavaciones, en un anterior lugar de culto cristiano primitivo. En el lugar hubo un monasterio benedictino de Sant'Eustachio donde estuvo el papa Urbano II entre 1093 y 1094. Se construyó la catedral a partir del año 1230, por orden del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Fue cambiando de nombre, al principio Santa María de Matera, luego de Santa Maria dell'Episcopio y a partir de 1389, Santa Maria della Bruna, protectora de la ciudad. Finalmente, a partir de 1627 el arzobispo de Matera, añadió... y a San Eustaquio.

Destaca un fresco bizantino de 1270 de la Madonna della Bruna con el Niño bendiciendo con dos dedos, atribuido a Rinaldo da Taranto y situado en el altar del primer tramo de la nave izquierda 


Hay también algunos frescos que quedan de la época anterior al barroco, así, a la derecha de la entrada principal, se encuentra el Juicio Final del siglo XIII sobreviviente de la decoración pictórica original, que se atribuye a Rinaldo da Taranto.

Para los amigos de los belenes no se pueden perder este de piedra del siglo XVI de Altobello Persio




Arriba interior de la iglesia, abajo algunas fotos de la decoración de los techos de la catedral




Museo de la Catedral

La entrada a la catedral se hace (al menos en 2024) por el museo diocesano, después del pago de la entrada correspondiente; tiene diferentes pinturas y esculturas de carácter religioso

Iglesia de Santa Lucia alla fontana

Además de la catedral hay muchas más iglesias, yo me quedé con la iglesia de Santa Lucia y Sant'Agata alla Fontana, que fue construida alrededor de 1700, cuando las monjas, que utilizaban la iglesia y el monasterio de Santa Lucia alla Civita desde 1283, abandonaron el complejo. Junto a la Fuente Ferdinandea se construyó el nuevo complejo religioso, formado por una iglesia y un monasterio.




Para terminar...
Una opción siempre muy saludable es ir sin rumbo y tropezarse con la Matera de andar por casa, callejeando y perdiéndose por sitios tan bonitos como estos.


Además de la arquitectura religiosa hay edificios civiles como el Palacio del Sedile, construido en el año 1540, aunque fue renovado en 1759; es la sede del Conservatorio de Música y del Auditorio

Las iglesias rupestres

En la piedra de los Sassi también están excavadas iglesias, monasterios, conventos y monasterios. Las iglesias rupestres de la zona de Matera fueron fundadas principalmente en la Alta Edad Media como estructuras religiosas, con el tiempo han sufrido diversas transformaciones de uso, convirtiéndose en viviendas o refugios para animales. Son un testimonio importante de la presencia de comunidades de monjes benedictinos, lombardos y bizantinos. Las iglesias rupestres suelen contener frescos y elementos escultóricos. Hasta aquí llegaron pequeñas comunidades de laicos y monjes que inmigraron desde las zonas de Capadocia, Armenia, Siria y en general del Asia Menor. Hay más de cien.

👉 En esta página de Wikipedia tienes la relación de iglesias rupestres de Matera.

Estas fotos están por varias páginas de internet y no son mías (en el recinto está prohibido hacer fotos)


Para ver una de ellas, nos levantamos temprano. Fuimos a la más famosa (fotos de arriba), la Cripta del Peccato Originale, del siglo IX, en la época longobarda, creada pos monjes establecidos en cuevas horadadas en un barranco rocoso en la región conocida como La Gravina di Picciano, a unos quince kilómetros de Matera y descubierta en 1963, por miembros del club La Scaletta y sometida a trabajos de restauración. Se la define como la «Capilla Sixtina del arte rupestre». Se conservan aquí un conjunto de frescos paleocristianos que recrean diferentes escenas bíblicas, especialmente las correspondientes a la creación y la expulsión de Adán y Eva del Paraíso. El artista es anónimo aunque conocido como el Pittore dei Fiori di Matera. Todas las representaciones están descritas mediante un epígrafe en latín. Se sitúa en el período comprendido entre los siglos VIII y IX. Tienes que reservar por internet porque sólo se accede con grupos reducidos en franjas horarias.

Matera en el cine

Matera y los sassi han sido escenario de películas muy conocidas, Pasolini, Francesco Rosi y Mel Gibson rodaron aquí sendas películas religiosas (la ciudad, transformada en Jerusalén): El Evangelio según San Mateo, Cristo se detuvo en Éboli y La Pasión de Cristo. Muchos otros personajes del cine italiano e internacional han tenido relación con Matera, entre otros Alberto Lattuada, Francesco Rosi, los Taviani, Giuseppe Tornatore, Abel Ferrara, Fernando Arrabal y también Daniel Craig como James Bond en Sin tiempo para morir.

En esta escena de la película La Pasión de Cristo se ven los sassi de Matera al fondo
James Bond abandonando Matera, al fondo la catedral con su campanario a modo de skyline

Y eso es todo, espero les haya parecido interesante esta particular parte de Italia.
Saludos viajeros !!


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