La mayor iglesia rusa fuera de Rusia está en Helsinki |
Quizás sea una de las ciudades nórdicas menos visitada por los turistas, algo así como la "niña pequeña" del Báltico. Miró siempre a su rival la vecina Tallín, y tuvo que compartir la capitalidad de Finlandia con Turku. Influída por las vecinas monarquías de Suecia y Rusia, vivió acomplejada por San Petersburgo y por la cercana Estocolmo. Al final, ya en el siglo XX, recupera su estatus nacional y su capitalidad para ser hoy día una ciudad coqueta, bien urbanizada y con un nivel de vida añorado por otros países del entorno báltico. Helsinki , salpicada de guerras durante el siglo XX, resurgió como ave fenix a partir de la posguerra y especialmente a finales de los dorados años setenta en que prácticamente triplicó la población.
Desde un punto de vista turístico, Helsinki tiene edificios notables, entre los que destacaría la Catedral blanca en la plaza del Senado junto a un conjunto de edificios administrativos. Muy cerca, mirando al mar, hay un diminuto edificio sede de la Presidenta de la República. También es interesante la visita a la Fortaleza de Suomenlinna, conjunto militar bien cuidado edificado sobre seis islas diferentes y hoy día Patrimonio de la Humanidad. Helsinki ofrece, fuera de Rusia, la Iglesia ortodoxa de mayores dimensiones, la Catedral de Uspensiki. Hay grandes bulevares por toda la ciudad y extensos parques que dan un toque verde a la ciudad, uno de ellos homejajea al querido Sibelius, perfectamente comunicada por un amplio trazado de tranvías. El recuerdo de los Juegos Olímpicos de 1952 sigue vigente con algunos edficios todavía en pie como el Estadio Olímpico. Resulta curiosa la gran afición a los deportes náuticos y el que existan tantos barquitos de vela en una ciudad con un clima tan poco apropiado.
Os dejo algunas fotos de esta ciudad, perfectamente visitable en un simple fin de semana. Eso sí, cuidad del frío si es invierno. (Web de la ciudad de Helsinki)
Al fondo la Catedral Blanca |
Estadio Olímpico |
Comentarios
Felices fiestas.
Paco Bellido
En cuanto a los precios, discrepo un poco con Paco Bellido, en el sentido de que era mucho más cara antes de la introducción del euro: lo digo por experiencia, porque noté que el cambio de moneda (contrariamente con lo que ocurrió por aquí, o en Italia) hizo que los fineses ajustaran mucho los precios, para ser más competitivos.
Gracias por ofrecernos una visita a esa ciudad, pues vale la pena conocerla.