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Saint-Malo, la isla fortificada

Saint-Malo

Saint-Malo estaba atestada este verano, se habla de una sobre-población de turistas de doscientas mil personitas de un lado a otro. No se te ocurra querer encontrar aparcamiento en el interior, sencillamente es imposible o te ha tocado la lotería. A las afueras de la ciudad hay bastantes aparcamientos como para perder la pena en el intento, las posibilidades son muy limitadas y pierdes una hora en entrar y salir. Saint-Malo es una ciudad cercada o una isla fortificada, al estilo de Cádiz, de hecho durante la Edad Media, Saint-Malo fue un fuerte isla en la bocana del río Rance, desde el que se controlaba tanto el estuario del río como la llegada de los enemigos de turno por el mar abierto. Saint-Malo tiene sus orígenes en un asentamiento monástico fundado por San Aarón y San Brandán a principios del siglo VI. El nombre del pueblo se deriva de un seguidor de Brandán, llamado Maclou (Saint Malo), que era un monje galés que desembarcó aquí en ese tiempo para difundir el mensaje cristiano.


Saint-Malo tenía fama de independentistas, de solitarios, como lo eran sus marinos, de hecho la ciudad tiene la tradición de mantener su autonomía con franceses, pero también con las propias autoridades bretonas locales. En el período 1490–1493, Saint-Malo se declaró a sí misma como república independiente, tomando el lema "no franceses, no bretones, pero sí malvinos". Aunque de hecho el esplendor marinero de la ciudad viene de los siglos XVI a XIX, empezando por el explorador del Canadá, Jacques Cartier, y siguiendo por otros menos conocidos como Duguay-Trouin que conquistó durante un tiempo la ciudad portuguesa de Río de Janeiro o el medio pirata Surcouf, que  se dedicó durante tiempo a atacar los barcos británicos de las Indias Orientales.

Estatua dedicada a Cartier

Si esta fue su época gloriosa, la más penosa de todas fue durante la Segunda Guerra Mundial, tras el Desembarco de Normandía, los habitantes de Saint-Malo tuvieron que soportar el ataque entre alemanes y norteamericanos, los nazis al mando del General Andreas Maria Karl von Aulock aguantaron dado el carácter fortificado de la ciudad y las tropas estadounidenses no se cortaron un pelo para bombardear Saint-Malo con napalm, el resultado fue el de un patrimonio destruido que difícilmente pudo. La ciudad quedó completamente destruida, aún en la actualidad puede observarse que está reconstruida en muchos de sus edificios.

La riqueza de antaño de origen marinero fue la que nutrió la ciudad de grandes mansiones conocidas como malouinières.


Desde Saint-Servan se accede a la ciudad amurallada, pueden verse algunos barcos atracados junto a las murallas y las puertas de acceso a la ciudad, Porte de Saint-Vicent y la Grande Porte.

La Muralla

La Muralla aunque devastada en el año 1944, como ya hemos comentado por la Segunda Guerra Mundial, pero ha sido, como se ve en la foto reconstruida en su estilo inicial.


El Castillo de Saint Malo fue construido en el año 1424 por orden de los duques de la Bretaña, en 1498 se construyo la torre Quic-en-Groigne por orden de Ana de Bretaña y en contra de la voluntad de los habitantes de Saint Malo. Las torres, Des Dames y Mills fueron construidas algunos años más tarde. La Catedral de San Vicente (Cathédrale Saint Vincent en francés) de estilo gótico y románico, fue construida en el siglo XII, y hoy en día es una mezcla de la antigua catedral y de la nueva, ya que ha tenido que ser restaurada en varias ocasiones.


Una vez dentro de la muralla está la ciudad con un laberinto de calles todas preparadas para que esos turistas que rabiosamente entran y salen de Saint-Malo se gasten los euros en restaurantes, marisquerías, creperías, moulerías, pizzerías,... tiendas de todo tipo, ¡compra compulsiva! Evítalas y dedícate a rodear sus murallas y ver las playas y las vistas que del mar tenían esos privilegiados franceses de esta pseudo-isla fortificada. Yo como cazador de imágenes me quedé con las que aquí os pongo, arriba y abajo una selección que espero os pueda trasmitir la belleza de esta ciudad y de sus vistas.

Plano antiguo siglo XVIII ©Wikipedia
Plano de ©Google
 


Comentarios

Eider ha dicho que…
Que bonitas las fotos, y menudo dia de sol hace que todo se vea mucho mas bonito!

http://itsebcblog.blogspot.com.es/
Viajes y Rutas ha dicho que…
Hola Lobo,
Tengo ganas de visitar St Maló y Bretaña en general, tus explicaciones son muy prácticas y tus fotos extraordinarias, veo que te gustan los Beatles (por la camiseta que luces en una foto) eso es lo que mas me ha gustado ;) . Voy a echar un vistazo al resto del blog. Promete.
Yo he empezado esta semana un blog, me queda muuucho por hacer.

Un saludo
Carmen
Caliope ha dicho que…
Me recuerda en muchas fotos a nuestra querida Cádiz; la foto del Fort National en la playa se parece a la estampa que ofrece el Castillo de San Sebastian en la Caleta, las garitas de las murallas también me son familiares y el mapa de la ciudad...también. Un sitio preciosa, lástima la superpoblación de guiris, pero bueno, como bien dices lo mejor es dejarse llevar y disfrutar de sus rincones. Muy buena entrada! un abrazo.
cincuentones ha dicho que…
La Bretaña es un lugar que siempre deseamos visitar y por alguna razón nos queda pendiente. Reportajes como el tuyo nos hace comprender que no podemos demorarlo por más tiempo. Magnífico post.
Saludos.