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Museo Egizio di Torino

Impresionante sala del Museo Egipcio de Turín. Con motivo de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2006 en Turín, la estatuaria fue reorganizada por el escenógrafo Dante Ferretti.

El Museo Egipcio de Turín no es un museo cualquiera, quizás no muy conocido como tampoco es muy conocida la ciudad que lo alberga, Turín, pero se trata del museo más antiguo del mundo, por valor y cantidad de hallazgos, el más importante del mundo en arte egipcio después del de El Cairo. Sí, parece mentira pero después del Museo de El Cairo, este es el más importante de arte y patrimonio del antiguo Egipto. Yo de hecho no tenía conocimiento de él hasta que un amigo que pasó un fin de semana en Turín me lo dijo. Lo visitan casi un millón de personas al año. Con la de museos que hay en Italia, pues este es el sexto más visitado; está en el ranking de los 50 mejores museos del mundo.


Todo comienza con una tablilla de bronce, la Mensa Isiaca, que llegó a Turín hacia 1626 cuando fue comprada por Carlo Emanuele I de Saboya. El enorme interés hace que desde la corte de los Saboya se envie una expedición a Egipto para descubrir los fundamentos históricos de la tablilla. Luego, entre 1759 y 1762, el botánico Vitaliano Donati, realizó algunas excavaciones en Egipto y empieza el expolio y el traerse "cositas" para Turín, se empieza con tres grandes estatuas: el faraón Ramsés II en granito rosa, la diosa Sekhmet sentada y la diosa Isis. En un principio la colección se estableció en la Universidad de Turín.

Museo Egipcio de Turín en el Palazzo dell'Accademia delle Scienze, un imponente edificio del siglo XVII, a un lado delimita con la Piazza Carignano

El Palazzo dell'Accademia delle Scienze, sede del museo fue construido en 1679. En el proyecto original del jesuita Carlo Maurizio Vota, el edificio debía ocupar tres manzanas hasta Piazza Castello gracias a un sistema de pasajes subterráneos que, sin embargo, nunca se construyeron. El edificio, que es la sede de la Academia de Ciencias de Turín, alberga el Museo Egipcio desde 1824.

La Tabla isiaca es una placa de cobre que estaba consagrada a la antigua diosa Isis. En ella figuran decenas de dioses egipcios, mostrando sus símbolos y atributos; también se la llama Tabla Maca y Tabla Bembina, del nombre de su primer dueño el Cardenal Pietro Bembo.


Ya años más tarde, a principios del XIX, con las campañas napoleónicas en Egipto se pone en toda Europa la moda de coleccionar antigüedades egipcias. Es cuando Bernardino Drovetti, piamontés, cónsul general de Francia durante la ocupación en Egipto, reunió en este período más de 7000 piezas entre estatuas, sarcófagos, momias, papiros, amuletos y diversas joyas.

Litografía del Museo Británico donde aparece Drovetti en sus excavaciones en Egipto

Drovetti quiso vender estas obras a Francia, pero el gobierno las rechazó y buscó apoyos en la corte de Saboya, donde el rey Carlo Felice compró esta gran colección en 1824 por la suma de 400.000 liras, añadiéndola a los hallazgos anteriores de la Casa Real.

Vitaliano Donati

Otra colección añadida fue la de Donati, con la que se dio inicio ya al primer Museo Egipcio del mundo. Al principio se colocaron las piezas en los pasillos de la Academia de Ciencias. El edificio, gracias a las intervenciones de Giuseppe Maria Talucchi y Alessandro Mazzucchetti, fue ampliado y adaptado a su nuevo uso en la segunda mitad del siglo XIX. Ya en 1832 el Museo se abrió al público (recordemos que el Museo de El Cairo no abrió hasta el año 1909).

Estatua de Ramsés II con Amón y Hathor

En 1888 la colección ya superaba las siete mil piezas, posteriormente se añadieron los hallazgos (¿expolios?) de Athanasius Kircher, un padre jesuita y egiptólogo del siglo XVII. Ernesto Schiaparelli, nuevo responsable del museo, promovió nuevas excavaciones en Egipto, quince campañas.

El museo está dedicado exclusivamente al arte y la civilización egipcia
Un papiro extraordinariamente extenso y muy bien cuidado
En la exhibición se han traído incluso frescos de una tumba egipcia

Así, hacia la década de 1930, ya hay que hablar de treinta mil piezas. En el museo se pueden encontrar grupos estatuarios, momias, papiros, mobiliario funerario y de uso común y todo lo relacionado con el antiguo Egipto. Empezamos con las momias reales que están marcadas en el Museo con un triángulo rojo para advertir de que se trata de restos humanos...


También hay momias de animales: perros, gatos, vacas, incluso peces...

El museo está dividido en cinco plantas de exposición (cuatro plantas sobre rasante y una subterránea) con un recorrido de visita cronológico
Sarcófago de Ibis


Además de las antigüedades egipcias, también hay en el museo hallazgos romanos (como las cuatro piezas de las fotos de abajo), prerromanos y prehistóricos, junto con una sección de historia natural. 



El templo de Ellesiya


Reconstrucción del templo rupestre de Ellesiya donado por el gobierno egipcio en reconocimiento a la ayuda italiana para salvar los templos nubios amenazados por las aguas de la presa de Asuán. Para el traslado a Turín, la estructura se cortó en 66 bloques y luego se inauguró el 4 de septiembre de 1970.


La última remodelación del edificio fuer llevada a cabo en 2015. El edificio de cuatro plantas ocupa diez mil metros cuadrados de superficie total, y "solo" se exhiben tres mil de las treinta mil que se tienen, el resto están guardadas en almacenes.
👉 https://museoegizio.it/en/tickets-shop

Las entradas para el Museo Egipcio tienen los siguientes precios -año 2022- (nosotros las adquirimos previamente por internet en el enlace de arriba, que te dan la franja horaria y es preferible para no hacer colas):
  • Entrada normal: 15 €
  • Entrada joven (15-18 años): 11€
  • Entrada niños (6-14 años): 1€

Espero os haya gustado, ya sabéis si vais al norte de Italia no perderos este maravilloso museo, especialmente a los que os gusta las antigüedades egipcias. Hasta la próxima viajeros !!

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Que ganas de conocerlo
Gaolga ha dicho que…
Buenos recuerdos, tuve la suerte de visitarlo en el 2007 cuando viví en Torino.

¡Saludos!
José Luis Campos ha dicho que…
Vaya museo, además nunca había escuchado hablar de él. Buena entrada.