El Museo Británico ha sido restaurado en los últimos años con espacios más diáfanos |
Quizás pudiéramos considerar el Museo Británico como el museo más importante del Mundo, aunque sobre todo es el museo de la "expoliación del Mundo". Es el testimonio del Imperio colonial británico, que abarcaba todo el Planeta y que permitió llevarse de Grecia, Egipto, o Mesopotamia lo más de lo más, sin ningún pudor y sin ánimo de devolución. El gobierno británico responde a las críticas diciendo que según la ley del Parlamento Británico de 1753, se prohíbe la salida del país de cualquier pieza a no ser que sea un duplicado, para preservar toda esta cantidad de obras. Además, el gobierno británico esgrime como argumento el que esas obras no podrían haber sido conservadas adecuadamente en sus países de origen. El caso más paradigmático del Museo Británico, es el de los frisos y esculturas del frontón del Partenón.
A pesar de ello no cabe duda que el Museo Británico de Londres es el mayor museo del Reino Unido, y por supuesto uno de los mayores y más famosos museos de antigüedades de todo el mundo. Nos dice Wikipedia, que desde su apertura, el 15 de enero de 1759, solamente cerró sus puertas por motivo de las dos guerras mundiales, y ha pasado de tener 5.000 visitantes al año, a más de 5 millones, convirtiéndose en uno de los museos más visitados del mundo. Es uno de los museos más antiguos del mundo y contiene más de siete millones de objetos de todos los continentes, muchos de los cuales se encuentran almacenados para su estudio y restauración, o simplemente guardados por falta de espacio. También cuenta, entre otras cosas, con la mayor sala de lectura de la Biblioteca Británica, biblioteca que aunque ahora tiene sede propia, hasta el año 1973 también formaba parte del museo, lectores famosos de esta biblioteca fueron por ejemplo Carlos Marx o el propio Lenin. El ejemplo más evidente de la expoliación arqueológica es la sección del Antiguo Egipto, la más importante del planeta después de la del Museo Egipcio de El Cairo, que ya vimos en este Cuaderno de Viaje. La entrada al museo y a muchos de los servicios son libres y gratuitos, a excepción de algunas exposiciones temporales que cada día obligan al londinés a hacer largas colas para ver "lo mejor de...". Aparte de la controversia del museo no cabe duda que es uno de los lugares que uno no puede dejar de ver si va a Londres. Por otra parte el edificio en sí ya es digno de ver. Originalmente The British Museum tuvo su sede original (1759) en la mansión Montagu, luego vino otra sede (construida entre 1852 y 1857 por Robert Smirke) y de la que era muy significativa la sala de estudio circular. El conjunto escultórico de la puerta de entrada (ver foto de arriba) fue construido por el escultor británico Richard Westmacott. El Museo fue dañado por una bomba en los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, y no se volvió a abrir al público hasta 1962. En el año 2000 tuvo lugar una gran reforma, construyendo un espectacular Atrio que lleva el nombre de la Reina Isabel II, diseñado por Norman Foster, donde antes estaba la Biblioteca Británica, que hoy día tiene una nueva sede independiente. El Gran Atrio se ha convertido en la mayor plaza cubierta de Europa (90 x 70 metros), puede verse el techo de cristal y acero, compuesto por 1.656 pares de cristales en la foto de arriba.
La web del Museo es muy interesante: aquí, y en ella podeis ver las muy interesantes exposiciones temporales que rivalizan con las de la Royal Academy of Arts |
Comentarios
Felicitaciones por el blog, está muy bueno.
Saludos desde Holanda.
A ver si vuelvo!!
Buena informacion
Sus fondos, como los de la mayoría de grandes museos de Europa, se han nutrido de saqueos y pillaje, así como suena. Pero también hay que recordar las compras legales (hablo no de la actualidad, que es obvio se realizan así), sin entrar en lo ético que pueda ser comerciar con el patrimonio cultural de un país, tanto por parte de sus dirigentes, como por parte de los museos.
Y por último, aunque no menos importante, repasando la historia del mundo en los últimos 150 años, y viajando por él, es más que evidente que mucho de lo que hoy tienen nuestros museos, no existiría de haber permanecido en sus países de origen, bien porque habría sido destruido o habría desaparecido sin más.
Un saludo!