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Baiona, Bayona, Bayonne

Bayona

Una bayonesa no es una salsa, es una señora de Bayona, aunque para ser más exacto Baiona (en euskera y en la lengua del sur de Francia, el gascón) o Bayonne (en francés). Una de las teorías de su nombre es que deriva de un aumentativo vasco o gascón del latín Baia (gran extensión de agua). Otros hablan de que se trata de un nombre derivado del vasco Ibaiona (buen río) o Ibaiune (lugar del río). En realidad, tenía yo muchas ganas de visitar esta ciudad vasca enclavada en el suroeste de Francia, en la confluencia de dos ríos, el Errobi o Nive, muy turbulento proveniente de la montaña y el pacífico Adur, cerca del Mar Cantábrico, en el departamento de los Pirineos Atlánticos. Y allí nos fuimos el verano pasado de recorrida por Francia. Y lo primero que te encuentras, si vas directo con el gps al parking del Ayuntamiento, es la impresionante ría. Es la ciudad más grande del llamado País Vasco francés, aunque supera escasamente los cuarenta mil habitantes.

El Ayuntamiento
La Catedral de Bayona

Es una ciudad muy vasca, pero también muy francesa para algunas cosas. Destaca sobre todos los monumentos y repuntando entre sus calles la catedral de Santa María, una catedral ojival, que comenzada en 1213, tardó unos siglos en terminares. Está coronada por dos campanarios de ochenta y cinco metros de altura. Acoge el sepulcro de San León, patrón de la ciudad. Tiene un claustro anexo en su zona sur. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998, como monumento del Camino de Santiago en Francia. También están los castillos nuevo y viejo: el Château-Neuf y el Château-Vieux Ciudadela junto a restos de lo que fueron sus fortificaciones. Hay algunos museos pero no podemos hablar porque no los visitamos.

Bayona fue fundada en el año 950 sobre las ruinas de un antiguo castrum romano, llamado Lapurdum, que ha dejado su nombre al territorio del Labort (Wikipedia). En el año 842 los vikingos realizaron una incursión en Lapurdum y se establecieron fuera de la ciudad en las orillas del río. Necesitaban un puerto, que fue nombrado en honor de su líder, Björn, originando Björhamn, (esta es otra teoría sobre el origen de Baiona). Por una causa u otra en el siglo IX fue ocupada por los vikingos, lo que transmitió a sus habitantes los secretos de su construcción naval. Recuperada por el duque de Vasconia Guillermo Sancho casi un siglo después, pasó a ser la capital del vizcondado de Labort. Durante años formó parte del ducado de Aquitania, el cual pasó a dominación inglesa en 1155, desarrollándose como importante puerto, hasta que Dunois, durante el reinado de Carlos VII de Francia, la conquistara el 21 de agosto de 1451 para la corona de Francia, último capítulo de la Guerra de los Cien Años. Muchos judíos expulsados de los reinos de Castilla y de Aragón por los Reyes Católicos se establecieron en Bayona, hasta que en 1602 el rey les obligó a abandonar la ciudad, a la que volvieron en 1789, cuando se instalaron en el barrio de St. Esprit. A lo largo de los conflictos esporádicos que agitaron los campos franceses en el siglo XVII, los agricultores de Bayona se encontraron cortos de pólvora y de proyectiles. Entonces metieron sus cuchillos de caza en los cañones de sus escopetas, y confeccionaron lanzas improvisadas que se llamarían a partir de entonces bayonetas. En el castillo de Marracq se firmaron en 1808 las actas de abdicación del rey Carlos IV de España y su hijo Fernando VII en favor de Napoleón Bonaparte, hecho conocido como las Abdicaciones de Bayona. El 8 de julio de ese mismo año se promulgó el Estatuto de Bayona como constitución española de José Bonaparte. El barrio de St. Esprit, situado sobre el margen derecho del Adur, se unió a Bayona el 1 de junio de 1857. Anteriormente formaba una comuna autónoma dentro del departamento de Landas.

La ría de Bayona o la confluencia de los ríos Nive o Errobi y Adur


Los judios que vinieron expulsados de España y Portugal fueron los que, según la tradición introdujeron el chocolate en la ciudad y desde entonces se hizo famoso el Chocolate de Bayona. Hoy día ves por toda la ciudad numerosas tiendas de bombones y de delicias realizadas con el cacao americano que los españoles judios enseñaron en esta parte de Francia. Hoy en día la celebridad del chocolate le sirve como reclamo y destino turístico. Estos judios expulsados se instalaron en el barrio St. Esprit e implantaron la fabricación del chocolate. Rápidamente, su renombre se desarrolló, gracias a la calidad de las materas primeras que usaban y a la precisión de su trabajo. Bayona celebra su día del chocolate, cada año, durante el fin de semana de la Asunción. Se elabora el chocolate en las calles de la ciudad.

El famoso chocolate de Bayona



Comentarios

M. Teresa ha dicho que…
¿Cómo puede ser que siendo una chocoadicta no había oído hablar del chocolate de Bayona?. Una razón de mucho peso (y calorías) para visitar Bayona y el País Vasco francés.

Un saludo
Unknown ha dicho que…
Belleza e historia en abundancia. Me apunto al club de MTTJ. El chocolate...
Otis B. Driftwood ha dicho que…
Una ciudad muy bonita, pero me llamó la atención lo peligroso de caminar , sobre todo con niños, cerca de la valla del río. Ojo con esto!!.
Anónimo ha dicho que…
Gracias por un artículo tan completo de una ciudad tan bonita! Para los que vayan a visitarla, a parte de la impresionante catedral, recomiendo entrar a ver el Museo Vasco, situado al otro lado del río, en el barrio Petit Bayona. Aquí dejo un enlace con más fotos e información: Guía de Bayona