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Guna Yala o lo que fue la República de Tule

Isla Aguja, nuestro destino en Guna Yala

Kuna Yala o Guna Yala en lengua guna significa "Tierra Guna" o "Montaña Guna". El área fue formalmente conocida como San Blas y todavía hoy sigue siendo así conocida por mucha gente, pero más adelante se empezó a conocer como lo bautizaron sus pobladores, Kuna Yala. No hace mucho después de una polémica sobre si era con K o con G, en el año 2011 el Gobierno de Panamá reconoció la afirmación del pueblo Guna que en su lengua materna no era equivalente a la letra K y que el nombre oficial debería ser Guna Yala. Geográficamente su capital es El Porvenir, limita al norte con el Mar Caribe, al sur con las zonas, también indígenas, de Darién y Emberá Wounnan, al este con Colombia y al oeste con la provincia de Colón. La Comarca posee un área de dos mil trescientos kilómetros cuadrados, donde viven unos treinta mil habitantes (alguna guía habla de cincuenta mil). Es una franja estrecha de tierra de 373 km de largo en la costa este del Caribe como puede verse en el mapa de abajo, junto a esta se sitúa un archipiélago de 365 islas pero solo 36 están habitadas. Nosotros pernoctamos en la Isla Aguja.

Habíamos llegado temprano y los indígenas tenían la frontera cerrada, había que esperar ¡tranquilos!
Una particular frontera entre Panamá y la que fuera una República independiente por días

Nos levantamos muy temprano, como a eso de las cuatro de la madrugada para alcanzar en un cuatro por cuatro, en unas tres horas más o menos la frontera de Panamá con Guna Yala, una frontera un poco particular, realmente es más un control de pago para los turistas (10$ por persona más 5$ por coche) y de registro (intenso, muy intenso) de la Aduana a la vuelta, ya que la zona al ser colindante con Colombia se utiliza para la entrada de cocaína al país para su distribución posterior a otras zonas del mundo. Tienes que llevar el pasaporte obligatorio para entrar, así que no se te ocurra dejarlo en el hotel de Ciudad de Panamá porque no te dejan pasar. Llegamos un poco antes y tuvimos que esperar la apertura matinal de la frontera, que se produce de siete y media a ocho. Desde Ciudad de Panamá se coge en principio la carretera interamericana que termina en el llamado "tapón de Darién" que impide el paso por carretera a Colombia. Pasas por Tocumen y luego Pacora, hasta desviarte a la carretera regional que se mete en el interior de la selva, notas enseguida la humedad y sobre todo los baches, de hecho no se permite circular más que vehículos pesados o cuatro por cuatro. Ahora está mejor que hace unos años pero todavía hay zonas de tierra que con las lluvias se convierte en fango.

Pasada la frontera se puede ver desde una pequeña colina el territorio Guna con sus islas, la foto da una idea de la vegetación tan intensa, el calor y la lluvia hacen su trabajo

Nuestro destino final era la Isla Aguja, tienes que llegar hasta la estación marítima de unos espigones donde atracan cayucos de todo tipo con motor algunos que se ofrecen para llevarte a las diferentes islas que tanto vamos turistas como los propios habitantes de las mismas. De hecho el cuatro por cuatro tiene obligación de cubrir todas las plazas que sobran de los turistas con indígenas que van a la capital o vienen a sus islas. La belleza del paisaje en este recorrido se aprecia si tienes buena visibilidad y el conductor se enrolla y se para en un mirador espectacular donde se aprecia toda la franja Guna Yala y las correspondientes islas. Guna Yala no es la única zona de especial autonomía de Panamá, otras provincias indígenas también tienen su estructura gubernamental propia. Aquí tenéis que traer el dinero en metálico ya que no esperéis encontrarse con un banco o un cajero. En Guna Yala desde 1953, el Congreso General Guna es la máxima autoridad política, que consiste en representantes de todas las comunidades y se reúnen dos veces al año. Los votos son tomados por cada sahila de la comunidad. Este sahila es elegido por vida aunque pueden ser revocados porque estén haciendo las cosas mal y la población así se lo pida.


Por el camino, ya pasada la frontera, pasamos por un asiduo personaje de los turistas, el mono Aparicio, un mono araña que hace sus "monerías" delante de nosotros, aprovechando la paradita del coche. Pero llegamos, el final es un poco un barrizal, la lluvia empieza a hacer su presencia, primero poco a poco, luego en plan torrencial. Por fin terminamos, con el pomposo nombre de "Terminal de transporte terrestre y marítima", en medio de un barracón aguantamos el chaparrón que se nos cae encima. Unos niños nos reciben, se juega una competición de fútbol escolar. El fútbol tan internacional, los chiquillos llevan camisetas mayoritariamente del Barça y del Madrid, aquí hacen furor estos dos equipos españoles. Junto a ellos, cobijados en la estación de transporte, unas mujeres ataviadas con trajes indígenas, que no gustan de las fotos robadas.


Estamos allí como media hora esperando que escampe, el conductor del coche espera la llegada de un barquero que nos llevará a la Isla Aguja. No es una trayectoria directa sino que va llevando a otros pasajeros e incluso reposta en una gasolinera flotante de dudosa seguridad. Abajo podéis imaginaros el recorrido.

El barquero nos va llevando de islas en islas hasta nuestro destino

Pronto, no más de cuarenta minutos que llegamos a la Isla Aguja. Aunque no llueve, la resaca del temporal da unos cuantos "meneitos" a los pasajeros de nuestro cayuco, tanto guiris como indígenas. Algún chillido ¡aaay! se escucha cuando la embarcación brinca entre las olas.


Aquí en la Isla Aguja estuvimos desde por la mañana hasta el día siguiente donde el mismo barquero nos vino a recoger. Un indio Guna nos da la bienvenida, nos anuncia que es evangelista y que está allí además como pastor, nos suelta un poco de sermón, pero bueno, por ahora bien. Nos da una cabaña, la más alejada, esto no es más de doscientos metros, aquí como ves en la foto todo está cerca, al lado. La playa impresionante, el color, la temperatura,... Desayunamos en una choza más grande que sirve como de comedor, tienen algunas comodidades como cerveza fría, o te cortan un coco para que te tomes el agua de pipa, que es como llaman aquí al agua de coco. La cabaña tiene dos camas con mosquiteras, los colchones nos sorprenden llenos de algunos insectos no deseados, jajajaja... No hay, ya lo sabíamos cuarto de baño, unas duchas y servicios comunes en toda la isla, pensad que aquí la costumbre es hacer las "necesidades" fuera de la choza.

Pero bueno pasamos el día y la tarde tumbados como si de la película Naufrago se tratara. Llega la noche cenamos, yo me pido un arroz con camarones que estaba más o menos bueno, no se puede pedir más con las dimensiones del particular "Resort". Y llega la oscuridad y en teoría a las siete de la tarde la energía acumulada de un par de placas solares nos darían electricidad a las casas: pues va a ser que no. El pastor evangelista (jajajaja!!) no tiene ni idea del tema porque no es capaz de poner en marcha el grupo electrógeno. - Llevo pocos días aquí  (nos dice). Pero no se preocupen cuando se haga de noche esto estará arreglado. ¡Qué va! para colmo la linterna que nos da se apaga enseguida, las pilas agotadas,... Empieza a llover, nos deja una tercera linterna que al menos nos sirve para acostarnos. Y llueve y llueve, y sopla el viento,... toda la noche, parecía que las chozas iban a salir volando. Pero bueno, amanece que no es poco y al rato deja de llover y se calma el temporal. Una risas y parece que ha sido todo una pesadilla, la playa esta ahí y un pronto baño nos devuelve a la tranquilidad paradisíaca de la Isla Aguja. 

solo unos pajaritos, los indígenas y nosotros los turistas habitan estas islas
todo indica que estoy feliz !!!
En la propia isla se acercan a la playa los cayucos ofreciéndote marisco "vivo"
Nuestro "hotel"

La Revolución Guna y la República de Tule

Hay que remontarse a 1870, cuando Colombia (en esa fecha no existía Panamá) creó lo que se vino a llamar la Comarca Tulenega, que incluía además de Guna Yala, varias comunidades indígenas desde la provincia de Colón hasta el golfo de Urabá. La ley reconocía a los Guna la propiedad de la tierra en la Comarca, aunque el Estado nombraba un Comisario General. La creación de Panamá en 1903 supuso el desmantelamiento de ese estatus, se abolió la Ley de 1870, y el territorio quedó dividido; pero sobre todo, las concesiones bananeras, los buscadores de oro, caucho, tortugas marinas y los abusos de la policía colonial provocaron que el 25 de febrero de 1925 se levantara el pueblo Guna bajo el liderazgo del caudillo Nele Kantule: armados, atacaron a los policías en las islas y proclamaron la efímera República de Tule, independiente de Colombia y de Panamá, la república duró días. Fue la última república independiente del continente. Es un episodio poco conocido quizás por los propios españoles, que al menos a mi, me sonaba cuando lo leía como increible, igual que esa bandera que parece ¿a la de España? ¿a la nazi? ¡...!


Un Tratado entre los indígenas y el Gobierno de Panamá llevó la paz a los territorios con compromisos por ambas partes: los policías panameños estarían fuera de su territorio y el gobierno interno correspondería a sus jefes, y ellos admitían el Estado de Panamá aunque con un Estatuto de Autonomía y además dejarían que los niños se integraran en el sistema escolar panameño. Actualmente, hay un importante fallo de la Corte Suprema de Justicia de marzo de 2001, en el que se reconoce que las Comarcas tienen una organización político-administrativa distinta e independiente y se rigen de acuerdo a las instituciones especiales propias; y se requerirá el consentimiento de los pueblos indígenas en los proyectos que pretendan desarrollarse en sus territorios, como por ejemplo el desarrollo turístico.

Playa virgen de la Isla Aguja
Los indios Guna vendiendo los souvenirs que ellos mismos realizan artesanalmente

+info sobre la Revolución Guna en Wikipedia.

Comentarios

Caliope ha dicho que…
Un sito muy interesante y muy desconocido. Vuestro hotel bastante básico y bastante entretenido, eso de estar esperando que se vaya volando con el temporal es animación de primera je je. Eso sí, la playa se ve paradisiaca y el sitio espectacular. Un saludito!!
Él y ella viajeros ha dicho que…
¡Vaya nochecita en isla Aguja! pero se te ve muy feliz, lo que no es de extrañar, por las fotos es un lugar paradisíaco y para mí, completamente desconocido. Muy curiosa igualmente la bandera de la Revolución Guna, tan evocadora :)
Muchos saludos.
Anónimo ha dicho que…
Que bueno Paco que pudiste conocer Kuna Yala, sin dudas uno de los sitios más bellos del planeta. Muy interesante tu investigación sobre la organización política de la comunidad.
Con respecto a la esvástica en la bandera, este símbolo podría decirse que es ancestral, lo vas a encontrar en distintas culturas (sobre todo indígenas) y con significados diversos como libertad, creación u hospitalidad. Sucede que cuando el nazismo se lo "apropió", (invirtiéndole también el sentido giratorio) lo impregnó indeleblemente de un significado macabro.
Muy bueno el post, me diste nostalgia de estar allí!
Abrazos!
Unknown ha dicho que…
Un relato muy exhaustivo y entretenido. Me ha recordado mis aventurillas por San Blas. En Isla Iguana descubrimos nada más bajarnos del bote a un argentino dando clases a un grupo de dulenega sobre "la manera ortódoxa de liar un canuto para convertirlo en arte". Hay que ir a paraísos recónditos para cosas así, está claro.
De parte de un tocayo tuyo que no sé qué de tu bañador, jajaja
Unknown ha dicho que…
Hola Paco, se ve que fuiste en temporada de lluvias: calor y mosquitos a gogó. No importa, el agua que todo lo cura estaba muy cerca. Saludos