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Las Ramblas de Barcelona

Gente de todos los países llenan a diario el paseo de Las Ramblas de Barcelona

Siguiendo la línea de otras entradas con la etiqueta de "Calles y Plazas del Mundo", hoy he pensado dedicarle este espacio a una de las ramblas más bonitas del Mundo, la(s) Rambla(s) de Barcelona. Podemos considerarla en singular o plural, ya que cada parte de las ramblas tienen su propio nombre. Realmente la palabra rambla es un término general, especialmente en la parte mediterránea de España, refiriéndose a un torrente, a un cauce con caudal temporal u ocasional debido a las lluvias, que provoca de vez en cuando las riadas de las que tanto han sufrido algunos pueblos.

Viene del árabe arenal (رملة) vocablo que también significa arrasar o erosionar
Plaza de Catalunya: comienzo de Las Ramblas
Por cualquier rincón La Rambla desprende belleza y creatividad
Comienzo (o final, según se mire) de Las Ramblas

Antigua fuente

Una de las características de las ramblas es su fuerte pendiente y escasa longitud. En el caso de la rambla de Barcelona no era otra cosa que el antiguo curso del arroyo de Collserola, también conocido como el arroyo de Sant Gervasi, o bien la riera de Malla, una de las tantas bajadas de agua desde el norte de Barcelona.

Afortunadamente existe una web "Amics de La Rambla" donde se desglosa toda la historia de esta célebre calle de Barcelona, del Mundo, quizás. En la documentación catalana que se conserva de los siglos X y XI después de Cristo, los torrentes o arroyos que bajaban de la sierra de Collserola, eran llamados arenales, palabra procedente del latín. Pero después de la conquista de Valencia por Jaime I, la palabra árabe rambla pasó a ser incorporada al habla de los catalanes.


Para los romanos la base de la actual Cataluña era Tarragona y la habían convertido en base militar permanente, a sus alrededores, aproximadamente sobre veinte años antes de Cristo, decidieron crear otra colonia permanente al borde del Montjuic: una ciudad residencial junto al mar, y un puerto donde fondear las naves. El terreno elegido, de unas diez hectáreas, fue el ubicado entre dos rieras: la actual Vía Laietana, en el suroeste, y el arroyo que, con el transcurso de los siglos, llevaría el nombre de Rambla de Barcelona.


Alrededor del año 1200, algunos esporádicos y pequeños núcleos de edificaciones, conventos y casas de campo con sus huertos, se fueron esparciendo fuera de las murallas de la época romana. Pero la inseguridad generalizada de aquellos tiempos medievales obligaba a proteger las poblaciones dentro de un recinto fortificado. Es así como, hacia el año 1287 se comenzó a construir un segundo círculo amurallado. Normalmente se conoce como la muralla de Jaime I, aunque fue posterior y se extendió hasta el margen izquierdo de la Rambla por cinco kilómetros.

Recuerdo de las murallas de Barcelona

En los campos que había entre la Rambla y la montaña de Montjuic se iba formando de manera improvisada un nuevo barrio, el del Raval. Nuevamente se hizo necesario ampliar el círculo fortificado, que ya dejaba a la Rambla en el interior de la ciudad.

Para entonces el Consejo de Ciento había decidió desviar el curso natural del arroyo: el antiguo cauce del arroyo que pasaba al pie de la muralla fue acondicionado como un paseo, el favorito de los barceloneses.

La Boquería, uno de los mercados más bonitos del Mundo

El paseo aún a mediados del siglo XV era rústico, con un centro de animación en la Plaza de la Boqueria, llamada así porque se vendía carne de chivo, el macho de la cabra. Pero en los próximos años se irían incorporando conventos religiosos de una forma más o menos recta o sinuosa, contribuyó a dar a la Rambla un aspecto más urbano. Aquí se instalan jesuitas, carmelitas,… y los capuchinos en la parte baja de la Rambla.

Aún queda algún edificio religioso en La Rambla
La Rambla de principios del siglo XX

Según nos cuenta la misma fuente, la noche que cambió la Rambla fue en un día de Santiago del año 1835 cuando se produjeron unos hechos en Barcelona que cambiaron definitivamente la fisonomía de esta importante calle. En ese día se produjo unas protestas de las clases populares contra el clero en un ambiente muy crispado consecuencia de la guerra civil que enfrentaba a liberales y absolutistas.

Plaza Real

Una manifestación acusaba a los frailes por su apoyo a los carlistas, además de acaparar trigo y víveres, de la epidemia de cólera del otoño anterior, de haber envenenado las aguas y de tener inmovilizada una buena parte del suelo urbano con conventos; el resultado fue que los ciudadanos asaltaron una docena de conventos y muchos frailes y monjas asesinados. Esta revuelta favoreció el proyecto de desamortización de los bienes eclesiásticos: la rambla de pronto se quedó liberada de usos religiosos. Por ejemplo el antiguo convento de San José se convirtió en el mercado de la Boqueria y el de los capuchinos en la plaza Real.

Teatro del Liceo de Barcelona

La burguesía liberal, también a favor de la expulsión de los conventos, levantó el más emblemático de los edificios barceloneses en la rambla, el Liceo sobre el que tenían los trinitarios.


La fuente de Canaletes recoge el agua que alimentaba la antigua fuente
del Estudio General o embrión de Universidad.


La Rambla de las Flores es también llamada de San José
por haber tenido antiguamente el convento de los carmelitas descalzos.

 
Monumento a Colón, final de La Rambla


La Rambla de Barcelona tiene su fin notable en un icono también de la ciudad, el monumento a Cristóbal Colón, levantado en las postrimerías de 1892, en la ocasión del 400 aniversario del descubrimiento de América. El monumento fue construido en el contexto de las obras de mejora del litoral de Barcelona efectuadas con motivo de la Exposición Universal de Barcelona de 1888. Inaugurado el 1 de junio de 1888, en plena exposición. En el interior de la columna hay un ascensor que permite subir hasta la semiesfera situada bajo los pies de la estatua, desde donde se divisa la ciudad.

Las Ramblas de Barcelona en los años cincuenta…

La Rambla siempre fue un espacio de libertad, es el caso de la cierta permisividad en las relaciones homosexuales, que se daba en la España franquista. Ya a finales de los años sesenta en algunos bares y cafeterías: el antiguo Bar Texas, en la Plaza Real y en otros lugares emblemáticos como El Cosmos, Los Caracoles o el Café de la Ópera. Las discotecas Topkapi, Elefante Blanco, Bambú y Arco Iris eran muy frecuentadas por la comunidad homosexual de la ciudad así como el barrio Chino, la calle Escudellers y el rompeolas de la playa de la Barceloneta. (Fuente: La comunidad gay en Barcelona).

Hoy la Rambla también es famosa por congregar numerosas "estatuas humanas", personas que se inmovilizan para hacer de todo tipo de figuras históricas o de famosos. Cada vez con más originalidad. También está el Museo de Cera, aunque reconozco que nunca he estado, no me gusta este tipo de museos (sorry !!).


No es que sea una calle insegura pero si que la concentración de carterista es mayor de la habitual en Barcelona. La congregación de turistas despistados es proporcional al de los que acuden como amigos de lo ajeno.


Parte final de La Rambla: Teatre Principal, Estatua a Pitarra, nueva Parroquia de Santa Mónica y ya rondando el Paralelo y las Atarazanas,


Finaliza La Rambla con el mar, con el edificio de la Autoridad Portuaria, con el Port Vell, ahora totalmente cambiado, el teleférico y las famosas golondrinas, esas pequeñas embarcaciones para turistas que te dan un paseo por el recinto portuario y donde puedes contemplar los nuevos edificios de negocio y que dan a Barcelona el prestigio como centro de cruceros y zona de actividad logística mundial. Abajo unas fotos…

Antigua Comandancia de Marina, ahora Edificio de Defensa
Edificio de la Autoridad Portuaria (arriba y abajo)
Bonito atardecer después de un paseo por Las Ramblas

Las Golondrinas un símbolo de la ciudad, al final de Las Ramblas

La bonita estampa del teleférico
Antes de irse puede llevarse un retrato… !!
Ens veiem, viatgers!

Fuente de los datos históricos: Amics de La Rambla



Comentarios

cincuentones ha dicho que…
Magnífico reportaje de La Rambla, un lugar emblemático y muy querido por los barceloneses.

Saludos.
M. Teresa ha dicho que…
Tanto por trabajo como por placer voy a menudo a Barcelona y siempre que camino por la Rambla me gusta hacerlo con ojos de turista. No hay día que no descubra un detalle, un rincón, un antiguo portal... me encanta!. Lo que está perdiendo su carisma es el Mercado de la Boquería, que según mi opinión lo están convirtiendo en "algo" que como siga así, de mercado sólo le quedará el nombre.

Un post excelente. Un saludo.

David Álvaro ha dicho que…
Muy buena entrada, suculenta para aquellos que aún no hemos tenido la suerte de conocer las ramblas. Gracias por el reportaje.
Saludos
Él y ella viajeros ha dicho que…
¡Cómo me gusta perderme por las Ramblas de Barcelona, descubriendo cada uno de sus rincones! Cada Rambla al detalle. sin prisas ... y a disfrutar. Gran paseo.
CC SANT BOI ha dicho que…
Las ramblas son una de las arterias de nuestra capital, siempre llena de vida y de color gracias entre otros a los míticos kioskos.