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Hervás y su judería

La estrella de David permanece aún en algunas de las casas de Hervás


Hervás es un pueblo de Cáceres de poco más de cuatro mil habitantes con un encanto especial por su conservada judería. Aunque ahora pertenece a Extremadura, hasta el año 1833 perteneció a la provincia de Salamanca. Hervás es la capital del Valle del Ambroz, que limita con las comarcas de Las Hurdes, Tierras de Granadilla, el Valle del Jerte al este, y la ciudad de Plasencia al sur. Es una zona de montañas, sus picos más importantes son el Pinajarro, el Valdeamor o El Camocho, y también tiene importantes zonas de vega y dehesa. Hasta ahora había bastante abundancia de agua, con gargantas y ríos, especialmente el río Ambroz, que da nombre al valle. También cruza toda la comarca la que fue la calzada romana conocida como la Vía de la Plata.

Vista del pueblo desde el castillo


¿Dónde está Hervás?

Escudo de Hervás

El primer asentamiento de Hervás es por el siglo XII, de una ermita situada a la ribera del río Santihervás, del cual procede su nombre, edificada en su día por monjes templarios. Luego a principios del siglo XIII, se construye un castillo y es en el siglo XV cuando empieza a extenderse por el valle la comunidad judía. El castillo es de la Orden del Temple, del tiempo de la Reconquista por el rey Alfonso VIII de Castilla.

Con la creación del Señorío de Béjar a Ducado en 1485, Hervás pasa a los dominios de los duques de Béjar, hasta que en 1816 fue declarada villa libre. Tuvo su época cantonal en la Primera República. En el siglo XX tuvo un cierto esplendor cuando era estación de pasajeros y mercancías en la línea ferroviaria de Gijón a Sevilla, pero esta se cerró en el año 1996.

La Judería de Hervás

Aquí en Hervás y en todo el valle estuvo una importante comunidad judía desde el siglo XIII hasta la expulsión por los Reyes Católicos a partir de la toma de Granada, en el año 1492. Realmente es muy bonito pasear por la zona porque se mantienen las calles estrechas y la arquitectura antigua con grandes voladizos, balconadas de madera de castaño. Normalmente las casas son de adobe y el granito.

El barrio va desde la plaza del pueblo hasta el puente medieval sobre el río Ambroz y el puente de la llamada Fuente Chiquita. Las calles siguen manteniendo los nombres judíos, así nos encontramos con las calles: Sinagoga, Rabilero o Cofradía. La sinagoga se terminó de derrumbar en el siglo pasado, pero aún hay edificios hebreos como la casa de la Cofradía y el hospital de Beneficencia, que fue durante siglos regentado por judíos conversos.

No todos los judíos se fueron de Hervás después de la expulsión de los Reyes Católicos, se quedaron y se "convirtieron" al cristianismo, incluso fundando cofradías católicas, como la existente Cofradía de Nuestra Señora de la Asunción de Aguas Vivas. También las actividades comerciales y artesanales de los judíos permanecieron en Hervás, como los trabajos en madera, cuero, forja o vidrio.

En 1969 fue declarado conjunto histórico-artístico


Como dicen que más vale una imagen que mil palabras, os dejos estas fotografías con el paseo por la judería de Hervás, por sus antiguas casas con esa arquitectura tradicional, por sus callejas,...

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... el puente de Piedra del río Ambroz

Además del río Ambroz, por Hervás pasan sus dos afluentes: Santihervás y Gallego. El Ambroz es el afluente del río Alagón, que lo es a su vez del Tajo.

Iglesia de San Juan Bautista

Tampoco puedes dejar de subir al Castillo de Hervás, que es del siglo XIII, de origen templario. La parte que se conserva forma parte de la iglesia parroquial. La cimentación de la torre-campanario de esta iglesia es la parte inferior de la torre del castillo (ver foto de abajo). Ya más recientemente se remodelaron los alrededores del Castillo, con un mirador desde el que hay buenas vistas.


Torre del castillo y portada de la Iglesia de Santa María.

Espero os haya gustado este pueblecito extremeño y su maravillosa judería.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hola, Paco

Ahora que he leído este texto y visto tus fotos, me ha venido a la memoría lo muy bien que me lo pasé en Hervás y lo mucho que me gustó estar allí.
Estuvimos antes de las navidades y no había mucha gente. El fin de semana, sí que se llenó, pero el resto de los días lo pasamos sin aglomeración de ningún tipo. Estuvimos haciendo excursiones y comiendo de maravilla. Se come bien allí. El paisaje es precioso.

Hervás es tranquilo o por lo menos lo es en invierno. Recuerdo un horno cercano a el puente de la judería: Dulces Hermanos Herrero. Los mejores dulces, pastas y pasteles que he comido. Volvería a Hervás por muchas razones, pero una de ellas sería para volver a comprar pasteles de este horno.
saludos
CarmeLa