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La Catedral de... Siena

Siena es por definición la ciudad medieval por excelencia. Dicen que la competencia fomenta el buen hacer, quizás por eso, la rivalidad de Siena con Florencia hizo que estas dos grandes ciudades, capitales de la Toscana, sean en el plano urbanístico, la “ciudad soñada gótica”. A ello hay que añadir la conservación de su aspecto tal como, más o menos, era entre los siglos XII y XV. Porque esa fue la época gloriosa donde el conjunto de la ciudad de Siena se edificó en torno a la Piazza del Campo y se concibió como una obra de arte fusionada con el paisaje circundante. Hoy dedicaremos esta entrada exclusivamente a su Catedral, al Duomo di Siena.

 
La Catedral de Siena, se denomino formalmente il Duomo di Santa Maria dell’Assunta, y fue construida en una plataforma frente a la Piazza del Duomo, de frente al Ospedale di Santa Maria della Scala, donde hoy en día se encuentra el museo.
 

La entrada al duomo se hace a través de doce peldaños que no es un número baladí sino que representan a los doce apóstoles. El conjunto comienza con el románico y culmina con el gótico y el Renacimiento, incluso hasta el siglo XIX tuvo intervenciones.


Tres grandes mosaicos en los frontones de la fachada se hicieron en Venecia muy posteriormente, en 1878. El gran mosaico central, la coronación de la Virgen (foto arriba y abajo), es la obra de Luigi Mussini. Los mosaicos más pequeños a cada lado, el Nacimiento de Jesús y Presentación de María en el templo, fueron hechas por Alessandro Franchi.
 

Toda la catedral en su forma exterior, su campanario, el baptisterio, tienen como característica el mármol blanco y negro, como gran parte de la arquitectura religiosa del gótico de la Toscana.
 

La catedral de Siena forma un hermoso complejo de estilo gótico que alberga este tesoro firmado de la mano de los grandes: Donatello, Pisano y Miguel Ángel, Pinturicchio,... La catedral sorprende, ese el verbo más significativo cuando uno llega a la plaza y la contempla desde el exterior. Pero es importante también pensar que fue construida nada más y nada menos que hace ochocientos años. Entre los años 1214 y 1263.
 
Otra obra maestra es el Baptisterio San Giovanni

Presenta una estructura de cruz latina, una cúpula no es muy sobresaliente con la siguiente campana. Como suele ocurrir con este tipo de construcciones, unas se levantan encima de la otra. Y al fondo siempre habrán restos incluso de la época romana. Esta catedral fue construida en el lugar donde se encontraba una iglesia anterior. Y en el año 1339 sea agrandó incorporando una nave de cincuenta metros de largo y treinta de ancho aunque siempre con las interrupciones de años por las frecuentes epidemias, especialmente la de la peste negra.
 

Nicola Pisano, quizás el arquitecto italiano más grande del siglo XIII fue la persona más influyente en el diseño de la mayor parte de la catedral tal como hoy la conocemos. Su hijo Giovanni continuó la construcción, especialmente la fachada gótica de mármol blanco, rojo y verde, y se la adornó con estatuas y gárgolas, agregando columnas de orden jónico coronadas con capiteles que representan eventos del Viejo Testamento y otras imágenes alegóricas. Ojo, que las estatuas que se ven ahora no son las originales, sino reproducciones de las que ahora se encuentra en el Museo dell’Opera del Duomo.
 

Una visita a la Catedral debería empezar por la cripta, el área bajo el coro de la catedral, donde vemos un conjunto de pinturas románicas y góticas realizada en la segunda mitad del siglo XIII. La novedad y la extraordinaria calidad de las imágenes recuperadas después de tantos siglos, nos dan una idea de la espléndida pintura mural del siglo XIII de Siena, y la escuela de Siena de pintura. Estos son descubrimientos recientes de las bases del ábside de la iglesia más antigua, que nos hacen ver cómo fueron las diferentes fases de la construcción de la catedral.
 

Los frescos que he podido coger (no se permitía el flash) son de la segunda mitad del siglo XIII de autores como Guido de Siena, Dietisalvi di Speme, Guido Graziano, y Rinaldo de Siena. Son frescos "chillones" por la intensidad del color y cubren, como se observa en estas fotos, las paredes, las columnas, los pilares y hasta los capiteles, en dos niveles, en la parte superior de Antiguo Testamento, y debajo los del Nuevo. Es extraordinaria la descripción del drama de la Pasión de Cristo (Crucifixión, Descendimiento de la Cruz y la deposición en el Sepulcro -foto de abajo-).
 

El interior de la catedral es tan hermoso como el exterior. Los muros y columnas también están recubiertos con mármol blanco y negro.
 

Las banderas de los barrios, que luego compiten en el Palio engalanan el interior del Duomo.
 

La nave y el presbisterio están adornados con bustos de yeso que datan de los siglos XV y XVI, y representan a 172 Papas (desde Pedro a Lucio III).
 

Es muy de destacar el techo azul y su enorme lámpara dorada que pareciera representar al mismísimo sol.


El escultor Baldassarre Peruzzi fue el encargado del altar principal del año 1532. Se completa con un candelabro renacentista de Francesco di Giorgio Martini.
 

Abajo vemos la fuente bautismal, un trabajo extraordinario en mármol, bronce y esmalte, realizado entre 1417 y 1431 por los escultores Giovanni di Turino, Lorenzo Ghiberti, Donatello, y Jacopo della Quercia.
 

La fuente está constituida por un tanque hexagonal en el que se insertan los seis espejos en bronce dorado que representan la vida de San Juan Bautista. Destaca entre los episodios más representativo el bautismo de Jesús por Lorenzo Ghiberti en 1427, y el famoso relieve realizado por Donatello en 1427, lo que representa el banquete de Herodes.


El interior del baptisterio está dividido en tres naves completamente pintadas al fresco, doce escenas reproducidas en tiempos de Lorenzo di Pietro, conocido como il “Vecchietta” entre 1447 y 1450.
 

Podríamos seguir enumerando tantos tesoros que esconden esta Catedral a lo largo de los siglos: capillas con pinturas, con esculturas,...
 

La catedral también alberga una serie de valiosos vitrales, de Duccio, Pastorini, Cerretani, y del taller de Domenico Ghirlandaio.
 

A pesar de que muchas obras se conservan actualmente en el Museo y en otras colecciones italianas y extranjeras, en la catedral de Siena hay numerosas pinturas, tanto en tablas, cuadros como en frescos.
 

Miremos para arriba o para abajo, estamos ante una Catedral impresionante.
 

“il più bello…, grande e magnifico… che mai fusse stato fatto” así Giorgio Vasari llamó el suelo de la catedral de Siena, se construyó a través de siglos, desde el XIV hasta el XIX. Bueno nos vamos...

...y al despedirnos de la catedral. ¡Hasta la próxima! No dejen de visitar la Toscana.
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-> aquí un video de la Catedral de Siena.


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
¡No alcanzan los ojos para ver tantas maravillas y detalles! Increíble esa catedral... Ale Martinez Notte
Mis viajes y sensaciones ha dicho que…
Espectaculares fotos!. No conocemos todavía nada de Italia, pero tenemos un viaje pendiente y no nos perderemos por nada en el mundo la visita a esta espectacular catedral. Saludos
Anónimo ha dicho que…
Hay un rincón en el Duomo de Siena que también merece la pena destacar, la impresionante biblioteca de Piccolomini situada en la nave izquierda. Una maravilla. Para que te dé el vahido de Stendhal, jajaja.

Pepe Álvarez.
Anónimo ha dicho que…
A mi me gusta más incluso que la de Florencia, y es que Siena tiene un encanto tan especial.
Enhorabuena por el blog.
Sergio Otegui ha dicho que…
¡Qué pasada de catedral! Qué cantidad de detalles... Nunca he estado por ahí, pero visto lo visto es una parada obligatoria, ¿no? :D ¡Un saludo!