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Castillo de Edimburgo

Vista del Castillo desde Princes St.

El Castillo de Edimburgo es uno de los lugares fortificados más antiguos de Europa. En esta entrada trataremos de hacerte ver la magia de este castillo, su origen, su uso como residencia real, como guarnición militar y también el uso más oscuro, el de prisión y tortura. Una fortaleza llena de leyendas. Es uno de los componentes más emblemáticos de Edimburgo, parte del Old Town declarado Patrimonio de la Humanidad.


Primeras impresiones del castillo al llegar

Antes que te cuente una historieta sobre el famoso icono de Edimburgo, quiero recordarte que si vas en época de festivales o temporada alta no vas a encontrar entradas para ese día, así que reserva al menos con una semana de antelación para no encontrarte con el sold out.


Hay una web (👉 aquí) donde comprar las entradas y te genera un QR (que puedes llevar en la cartera del teléfono). Eso te impedirá las colas y además te marca el día y la franja horaria de la visita.

Puerta de acceso: las estatuas de William Wallace y Robert the Bruce se encuentran a ambos lados de la puerta principal que conduce al castillo; estas estatuas se agregaron en 1929
Panorámica de Edimburgo
Arriba y abajo vistas de la ciudad desde el castillo

Visitar el castillo es una obligación, pero ¡ojo!, desde mi punto de vista y si sólo vas un par de días a Edimburgo, puedes saltarte la visita. Por qué, porque hay muchísima gente, difícil hacer una buena foto, y porque hay muchas cosas más interesantes que hacer en la ciudad. Quizás no debiera empezar así, pero mi experiencia fue esa. Además el castillo es majestuoso desde fuera, desde la parte nueva de Edimburgo tiene muy buenas vistas (Princes St.).

Vale, damos por hecho que ya tienes tu entrada. El castillo está abierto desde las 9.30 hasta las 5 (ó las 6 de la tarde en verano). Ahora cuando entres por la Portcullis Gate (puerta rastrillo por la forma del cierre) te trasladarás 450 años, al devastador asedio de Lang. Tres juegos de pesadas puertas de madera para protegerse de los intrusos. En el último piso verás la Torre Argyle, fíjate también en los leones, símbolo de la realeza. Imagínate un personaje, por ejemplo uno de los miles de prisioneros de guerra que entraban por allí y quizás nunca saldrían vivo. El sitio está lleno de emocionantes historias de su época tanto como fortaleza militar, como residencia real.

El unicornio animal representativo de Escocia

Los orígenes del Castillo de Edimburgo son verdaderamente antiguos y se remontan a la prehistoria, a la Edad del Hierro donde ya se había construído un fuerte en la roca. Dada las pocas afinidades entre ingleses y escoceses, tenemos que pensar que el castillo fue escenario de numerosos asedios. Durante las Guerras de Independencia cambió muchas veces de bando. Hubo casos muy de película, como el ocurrido en el año 1314, cuando los escoceses recuperaron el castillo de manos de los ingleses en una atrevida incursión nocturna dirigida por Thomas Randolph, sobrino de Robert the Bruce, el héroe escocés. Se dice que el castillo ha sido a lo largo de la Historia el lugar más asediado, no sólo de Escocia, sino de toda la Gran Bretaña.


Capilla de Santa Margarita

El edificio más antiguo es la capilla de Santa Margarita una reina de Escocia que hicieron santa. Margaret era una princesa inglesa, aunque nacida y criada en el exilio en Hungría, que regresó a Inglaterra cuando tenía unos 10 años. Tras la invasión normanda se refugió en la corte escocesa. Ella se casó con el rey Malcolm III de Escocia. Margaret murió poco después de escuchar la noticia de que los ingleses habían asesinado a su marido, junto con su hijo mayor en la batalla de Northumberland. Su hijo, David I, construyó la capilla de Santa Margarita en su honor. Fue conocida por sus numerosos actos de piedad, por ello la hicieron santa en 1249.

El otro David, David II invirtió grandes sumas de dinero para restaurar el castillo real de Edimburgo, que culminó con la majestuosa Torre de David, con más de 30 m de altura, de la que hoy solo quedan ruínas porque fue destruída en 1573 durante el intenso bombardeo conocido como el Asedio de Lang.

Los Covenanters un movimiento político y religioso escocés del siglo XVII, que apoyaban una Iglesia Presbiteriana de Escocia y la primacía de sus líderes en los asuntos religiosos ocupan el récord de conquista del castillo, su general, Alexander Leslie, tomó el enclave en sólo treinta minutos.

Suena también a película, pero de comedia, lo que les pasó a los jacobitas cuando quisieron capturar el castillo durante el levantamiento de 1715: la escalera que llevaban para subir a las murallas resultó ser demasiado corta.

Sala del Trono
Curioso cementerio de los perros de los soldados

Aunque el Palacio de Holyrood fuera la residencia real, el castillo también sirvió de residencia para reyes y reinas durante muchos siglos, tanto de Escocia como de Inglaterra. Además de la reina Margarita y su hijo David, otros monarcas vivieron aquí y mejoraron la habitabilidad de los espacios. El rey Jaime IV, por ejemplo, gran aficionado a los grandes banquetes y fiestorros de todo tipo, construyó en 1511 lo que hoy se denomina el Gran Salón, aunque el pobre rey se lo cargaron dos años después ¿quién?, pues los de siempre, los ingleses, en la batalla de Flodden y eso que era cuñado del rey Enrique VIII de Inglaterra. ¡Los asuntos de familia no se llevan siempre bien!

Aquí nacieron también reyes y parieron reinas. María, reina de Escocia, dio a luz a Jaime VI que se convirtió en rey de Escocia e Inglaterra en 1603. Fue residencia real oficial al menos hasta 1633, a partir de entonces el papel residencial del castillo decayó y se utilizó principalmente como cuartel militar con una gran guarnición.




Al entrar al castillo verás también la llamada Batería Argyle, una batería de seis cañones construida en la década de 1730. Su perspectiva abierta hacia el norte proporcionaba un punto de vista ideal para la defensa del castillo. Aunque los actuales cañones son de la época de las guerras napoleónicas. Es un punto panorámico para ver la ciudad de Edimburgo desde arriba. Por cierto a las 13h se pega el tradicional cañonazo con una ceremonia.

👉 Aquí tienes un video del One o'clock Gun

One o'clock Gun


Los Honores de Escocia son las joyas de la Corona más antiguas de Gran Bretaña que se encuentran en el Castillo de Edimburgo. Están hechas de oro, plata y gemas preciosas, fueron creadas en Escocia e Italia durante los reinados de Jaime IV y Jaime V. La corona, el cetro y la espada de estado se utilizaron juntos por primera vez para la coronación de un monarca en 1543, cuando María, Reina de los escoceses, subió al trono, y se exhibe en la Sala de la Corona junto a... ¡la "Piedra del destino"!

La icónica Piedra del Destino - Stone of Scone

Silla de la coronación en la Abadía de Westminster
"Piedra del destino"
The Honours: donde se encuentran las joyas de la corona escocesa

¿De dónde se originó esta piedra mágica o mítica y por qué los reyes de la antigüedad la tenían en tanta reverencia? La leyenda es confusa, pero el nombre celta de la piedra es Lia Fail, "la piedra parlante", la piedra que proclama al rey elegido. Originalmente fue utilizado como parte del ceremonial de coronación de los reyes escoceses de Dalriada, en el oeste de Escocia, una zona justo al norte de Glasgow que ahora se llama Argyll. La piedrecita es un sólo un bloque de arenisca roja que se ha ido utilizando originalmente en la coronación de los monarcas de Escocia y, después del siglo XIII, la coronación de los monarcas de Inglaterra y todo el Reino Unido. Las primeras noticias de la piedra nos trasladan a lo que ahora son las ruinas de la Abadía de Scone, cerca de Perth. Allí fue capturada por las fuerzas inglesas en 1296, apropiándosela para sus coronaciones.

  • Tamaño: 66 x 42 x 26,7 cm.
  • Peso: 152 kg.
  • Talla: una cruz.
  • Un anillo de hierro en cada extremo 
  • Hay una plataforma de madera que la convierte en Silla de coronación.

En 1996, John Major devolvió la piedra a Escocia y fue transportada al Castillo de Edimburgo, donde ahora se guarda con las Joyas de la Corona Escocesa. Recientemente fue llevada a Londres para la coronación del nuevo rey Carlos III.

Una leyenda bíblica afirma que es la misma piedra que Jacob usó como almohada en Betel. Posteriormente, según la leyenda judía, se convirtió en el pedestal del arca del templo. La piedra fue traída de Siria a Egipto por el rey Gathelus, quien luego huyó a España tras la derrota del ejército egipcio. Un descendiente de Gathelus llevó la piedra a Irlanda y fue coronado en ella como Rey de Irlanda. Y desde Irlanda, la piedra se trasladó con los invasores escoceses a Argyll. (Fuente: Historic UK)

Hay quien dice, incluso, que los monjes le dieron coba al rey inglés y que le dieron una piedra que no era porque previamente le habían dado el cambiazo, quizás esta leyenda no sea tan descabellada ya que podría ayudar a explicar por qué la piedra es tan geológicamente similar a la piedra arenisca que se encuentra comúnmente alrededor de Scone y no la que se trajo desde Oriente.

Para colmo de esta historieta, te recuerdo que el día de Navidad de 1950 cuatro jóvenes nacionalistas escoceses robaron la Piedra, de la Abadía de Westminster por una puerta lateral, el grupo de nacionalistas escoceses se apropió de la Piedra (👉aquí tienes la noticia). El hecho obligó incluso a cerrar la frontera entre Inglaterra y Escocia.

Los museos del Castillo de Edimburgo


Estatua de Sir Dhunjibhoy Bomanji ((1862-1937)

El Castillo de Edimburgo es fundamentalmente hoy un recinto militar que guarda el legado de Escocia tanto como nación, como parte del Reino Unido y su participación en los conflictos bélicos.


Vitrinas del Museo Nacional de la Guerra

Hay en el interior varios museos, el principal es el Museo Nacional de la Guerra, pero también está el Museo Real Escocés (fotos de arriba), la herencia de los Royal Scots, o el Museo de la Guardia Real de Dragones Escoceses (fotos de abajo). La "lucha por el castillo" es una exposición que está en la Torre Argyle y cuenta la historia de las Guerras de Independencia entre ingleses y escoceses, con animaciones, proyecciones y objetos medievales encontrados allí.


También hay otra exposición sobre "Prisiones de Guerra" que simula cómo era la vida en los siglos XVIII y XIX de los piratas y prisioneros de guerra encerrados en las bóvedas.


Hay incluso grafitis de rebeldes estadounidenses, francéses o españoles de la Batalla de Trafalgar que son muy interesantes

Y eso es todo por ahora, seguiremos dando más información poco a poco de Edimburgo.



Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Hola, Paco

Tu explicación sobre la historia de la "piedra del destino", me ha parecido interesante y divertida. Un símbolo pétreo para ellos. Tal vez para los demás una simple piedra.

Saludos
CarmeLa